Las tres corrientes políticas en Talleres que buscarán ser gobierno, iniciaron unidas en la Fundación Azul y Blanco y propiciando el escenario a la asunción de Fassi. Ahora, la visión del ‘Zorro’ es una de las razones de las diferencias entre las distintas plataformas.

En 2009 nació la era posmoderna en la política de Talleres; después de cinco años de gerenciamiento de Ateliers, el resurgir de sus hinchas genuinos apareció después de un pronunciado letargo, tras anunciarse la quiebra de la institución en 2004. Sin embargo, la curiosidad es que de esa vertiente que fue la Fundación Azul y Blanco, que bregaba por la llegada del empresario cordobés de Pachuca para conducir otra concesión, se desprenden las otras alternativas que nacieron de esa unidad inicial.

Entonces, lo que en un momento los fortaleció como grupo en un escenario de quiebra, hoy los separa por motivos ideológicos y políticos, otra característica bizarra del mundo Talleres que siempre deja tela para cortar.

Tras el golpe de estado y desapoderamiento orquestado por la Justicia y con amparo gubernamental hacia Carlos Ahumada y Ateliers, en Talleres hubo una comunión entre algunos directivos de antaño, incluso cercanos a la comisión directiva que propició la quiebra del club con Carlos Dossetti (Hugo Bertinetti, Guillermo Carena, Carlos Merino, entre otros), dándoles vida así, a la Fundación Azul y Blanco que colaboró con el fideicomiso desde 2009 a 2010.

Ante la necesidad de sumar más recursos y aportes, y frustrado el desembarco de Fassi (proyecto de gerenciamiento por 25 años), se crea el Fondo de Inversión que hasta hoy continúa al mando del club albiazul, produciéndose así, la primera división: David De La Colina, Matías Del Pino entre otros, se distancian ideológicamente y dan forma a otro núcleo, “Talleres es de su Gente”, que recién toma vida formal en 2011.

Igualmente, hoy no hay diferencias sustanciales entre los que apoyan a Fassi con “Primero Talleres” y “Todo por Talleres”, que encabeza Rodrigo Escribano a modo de oficialismo. Sólo hay visiones diferentes del modo de conducir, según cuentan los propios integrantes de ambos bandos, sin fracturas. La cuestión es que Fassi era el “caballito de batalla” de la política contemporánea y hoy ya cuenta con dos desmembramientos. Pudiendo trazarse incluso un paralelismo con el peronismo actual: con proyectos similares en algunos casos, con abruptas distancias en otros.

¿Será posible alguna alianza? El Albiazul tendrá nuevamente autoridades democráticas y serán nacidas de aquel retoño, primer esbozo y antecedente político que fue la Fundación Azul y Blanco. Está claro entonces que en la génesis de esta nueva era, como decía Jorge Luis Borges, “No los unió el amor sino el espanto...”.

Hoy a las 13 vence el plazo de la Junta Electoral para la impugnación de las listas. El plazo para la presentación de estos pedidos regía desde el pasado jueves.