Se confirmó la oferta por Cristian Pavón y el juvenil llegaría a Boca en los próximos días por 14 millones de pesos. Pero además, se fue Bottino y provocó el enojo del técnico Ghiso.

Tal como lo anticipábamos la semana pasada en PODIO, la venta de Cristian Pavón era el as en la manga que el Fondo de Inversión tenía para hacer frente la propuesta de Andrés Fassi y demostrar de esta manera una salida al pasivo que tiene la entidad de barrio Jardín. Y así fue como en el día de ayer ingresó al despacho del juez Saúl Silvestre el escrito de la dirigencia de Boca con la oferta concreta de 14 millones de pesos por el 100% de la ficha del jugador oriundo de Anisacate. Con el detalle de que los primeros cuatro millones serán abonados a los 10 días de concretada la transferencia; mientras que el saldo se liquidará en 18 cuotas mensuales “iguales y consecutivas” de $ 555.555. Al mismo tiempo, la carta agrega que, en caso de una futura transferencia, la entidad de La Ribera abonará a Talleres un 25% sobre el monto de la futura operación y la suma de tres millones de dólares.

Ahora bien, ¿qué porcentaje le corresponde al Fondo y cuánto a la quiebra? De la suma total de la operación, un 60% irá al grupo que encabeza Rodrigo Escribano, mientras que el resto será destinado a la quiebra. Y es allí donde la operación encontró un detractor: el órgano fiduciario. Ya que pretenden que el porcentaje correspondiente a la quiebra sea abonado antes de octubre.

Por su parte, el jugador y la familia ven con muy buenos ojos la posibilidad de la transferencia. Cabe recordar que, más allá de la posibilidad deslizada de que Pavón fuera a Colón como parte de pago de César Meli -tendría todo acordado para sumarse a Boca-, el talentoso jugador de Talleres había manifestado a inicios de la semana la necesidad de cambiar de aire.

El enojo de Ghiso. Si bien Jorge Ghiso sabía que la salida de Cristian Pavón era una posibilidad, no fue un día fácil para el entrenador de Talleres. Debido a que en la semana tuvo que aceptar la salida de Gonzalo Klusener (se sumó a Quilmes) y la confusa situación de Gastón Bottino. El lateral-volante había desestimado su chance de sumarse a Tristán Suárez para aceptar continuar en “la T”. Pero anteanoche recibió una llamada de Ricardo Caruso Lombardi, entrenador del equipo de la B Metropolitana y decidió partir.

Al mismo tiempo, quienes podrían seguir sus pasos son Juan Tévez -Guillermo Brown de Puerto Madryn no quiere prestarlo a un eventual rival en el Argentino A- y Agustín Díaz, quien tiene chances de jugar en el exterior. Ante esta situación, el DT habría condicionado su continuidad a futuros éxodos, más aún teniendo en cuenta que quienes llegaron no eran la prioridad para el cuerpo técnico.

El malestar de Ghiso pone en riesgo el inicio de la pretemporada. El plantel iba a viajar el próximo domingo a las 16 a San Jorge, pero ahora todo es incertidumbre.