La racha del Lobo: Sánchez Sotelo no anota desde el último triunfo de la T. Encima, está cruzado con el arco sur. “Hay que patear y patear más para que, de una buena vez, entre”, le dijo a Día a Día. Ya llegará.

La Virgen de Guadalupe lo escucha todas las noches. Juan Ignacio Sánchez Sotelo le pide. Pero también le da. Intenta ser un buen tipo, compañero, amigo, hijo. El Lobo, de noche también pide antes de cada partido un golcito aunque sea. De esos que se piden de yapa cuando se reza. Pero él también sabe que tiene que poner lo suyo. Patear y patear. Y volver a patear. En la tarde del sábado, después de la práctica tras el empate ante Unión 1-1 del viernes por la noche, se encuentra con Día a Día para charlar un poco de lo que pasó, pero también de lo que viene. Sabe que está “cruzado” para el gol. Que viene engualichado. Pero también que todo va a pasar.

“Creo que nos merecimos un poco más y no se nos dio. Se jugó bien ante Unión. Las situaciones que merecimos no entraron y ahora tenemos que pensar en lo que viene, en el próximo partido contra Almirante y tratar de conseguir los tres puntos allá”.

–¿En lo personal, hay bronca, nerviosismo?
–No, tranquilo pero sí con bronca. La pelota no entra y eso molesta. Por lo menos, creo las situaciones, me preocuparía si no las tendría. Lamentablemente fue por mala fortuna que no entró. Otra vez me jugaron una mala pasada los dos palos, pero hay que seguir trabajando y de esto se sale poniéndole el pecho. Hay que cortar el maleficio.

–¿La falta de juego, de creación, te afecta a vos?
–Sí, pero es lo que nos toca. Hay que aprovechar las situaciones. Si a veces no generás tanto nosotros los de arriba tenemos que estar preparados para las que lleguen y concretarlas. A veces se generan más y otras no.

–¿Con Klusener se hablan estas cosas, cuando falta el gol?
–Sí, él me dice que esté más tranquilo, que para cuando nos toque, llegará. Obviamente que cuando los resultados no se dan, se potencia todo el doble. Nosotros tenemos que tener la cabeza fría para este martes. Él ya pudo cortar la racha, yo todavía no; así que espero que el equipo gane y pueda cortar esa racha.

–Todas las rachas se cortan…
–Sí, ojalá que cuanto antes. Me tocó la última vez contra Independiente Rivadavia (el último que ganó Talleres) y ojalá que volvamos y con triunfo.

–O sea que si anotás ganará Talleres…
–Ja, no, lo importante es que Talleres gane. Después quien haga los goles, siempre lo digo, es indistinto.

–¿Cómo están viviendo este arranque de año?
–Después de los partidos de verano, arrancar de esta forma no es lo mejor. Hay que sobreponerse trabajando y creo que vamos a salir adelante, ojalá que el martes.

El arco maldito. Sánchez Sotelo tiene una “pica personal” con el arco que da a la popular Luis Fabián Artime (justamente). Fue allí donde anotó su último gol (ante Independiente Rivadavia), pero el mismo en el que sucedió lo más extraño que le pasó en su carrera futbolística. En octubre, Talleres empataba con Instituto en un partido de máxima tensión. En una de las últimas jugadas del encuentro, el Lobo remató de afuera del área y la pelota pegó en el palo izquierdo, cruzó todo el arco, pegó en el otro palo y salió hacia afuera. No entró. Encima la Gloria anotó el triunfo de esa misma salida. Increíblemente, cuando el partido se moría antenoche en el 1-1 contra Unión, al Lobo le quedó otra vez el balón (pero dentro del área) y la chance de romper su mala racha y, de paso, darle el triunfo a la T. Y el balón pegó otra vez en el palo izquierdo, cruzó todo el arco y pegó en el otro palo. La diferencia contra Instituto es que la T no perdió, pero el delantero se quedó con las ganas de romper ese “maleficio” en un arco que lo viene teniendo “de hijo”.

–Después del martes, cuando vuelvas al Kempes, ¿qué vas a hacer con el arco de la popular Artime?
–Ja, ja, es el arco maldito. Capaz que otros digan que tenía que definir más adentro. Yo creo que definí bien. Y pegó en el palo. Y pasan estas cosas.

–Igual que contra Instituto…
–Y no sólo eso, fue el mismo orden de los palos. Creo que de esto se sale con trabajo, metiéndole el pecho y buscando el gol en Almirante.

–Y cuando vuelvas al Kempes algo vas a tener que hacer ahí, tirar algo o una macumba…
–Ja, ja, ya me han dado algunas ideas. Con la familia lo hablamos también. Lo tomo con buena onda, si lo tomamos mal te tenés que matar; hay que volver a pegarle y patear más para que de una buena vez entre.

La última vez. Juan Ignacio Sánchez Sotelo, desde el 17 de noviembre no puede anotar un gol para Talleres. Justamente, en el arco que ahora parece hacerle “burla” marcó por última vez. Fue en el triunfo 3-1 ante Independiente Rivadavia de Mendoza. Y, paradoja, la última vez que anotó fue la última en la que ganó Talleres. Capaz que el Matador necesite de un gol suyo para poder “asegurar” la victoria ante Almirante Brown el martes próximo. El Lobo está hambriento, pero tranquilo esperando esa chance.