2 años y 20 días. Ayer se acabó el ciclo de Sialle como DT de Talleres: “Me voy calladito”.

Antes de que Talleres perdiera tan feo como lo hizo frente a Villa San Carlos 3-2, la dirigencia, en la voz de Rodrigo Escribano, salió a confirmar la presunción que se manejaba en los días pasados: Arnaldo Sialle ya no es más el DT de Talleres.

“Fue de común acuerdo, Sialle ya no es más el entrenador del equipo. Hablamos con él, nos pusimos de acuerdo y lo resolvimos días atrás”, dijo Escribano a Radio Sucesos, aún cuando el partido en Buenos Aires no había comenzado. Sialle dirigía su último partido y todos lo sabían, que ya se alejaba de la institución.

Así salió el equipo a la cancha ayer, con la noticia sobre sus espaldas, con el DT con una bota de yeso por su rotura de tendón de Aquiles, en las tribunas. Con Héctor Chazarreta al costado del campo de juego. Con la resignación misma de un momento que le puso el último crespón negro a aquello que el propio Cacho había anticipado: “Hace tres meses que me están velando”.

“Chau, Cachito chau”, aquella canción titulada Cachito Campeón, de León Gieco. Es así la vida, la esperanza de un piña para volver con la gloria. La ilusión de esa partida.

Y en este 2013, no se puede olvidar que fue el padre del ascenso, después de deambular en el Argentino A desde 2009. Talleres volvió a ver la luz y a salir del infierno en este mismo año.

Pero al entrenador la campaña en esta B Nacional no tuvo regularidad, se perdieron muchos puntos, no hubo una identidad concreta de un equipo, algo que fue muy analizado en el Fondo de Inversión que no esperó hasta el final del torneo para cesantearlo y que lo acordaron en días pasados.

Una salida silenciosa. Después de la caída de la T, con sus muletas, lentamente, el entrenador salió ayer y enfrentó a los micrófonos de los periodistas.

“El análisis del partido háganlo ustedes. Habíamos hablado con los dirigentes de común acuerdo, lunes o martes lo cerramos”, contó en sobre su alejamiento del club.

El entrenador cerró con breves frases su paso por el club haciendo una descripción elocuente: “Me voy como vine, calladito. Lo mejor para los hinchas de Talleres, un abrazo para la gente de Talleres”. De allí prefirió no hablar más, irse en silencio, tal cual como él lo dijo. El entrenador que no tuvo una regular campaña en esta B Nacional fue el artífice de que Talleres haya dejado el averno del Argentino A.

Por ello, no dejó de ser un hecho menor, como una gran cantidad de hinchas de Talleres en las distintas redes sociales, saludaron al entrenador y agradecieron por aquel ascenso. Chau, Cachito chau, más que una canción, puede ser el comienzo de un nuevo deseo para el DT: “Vas a ser el campeón”.