Venció a La Lepra. Ayer la derrota lo condicionaba todo. Hoy, el 3-1 alivia.

Talleres está pagando el precio de subordinar su realidad futbolística al partido a partido y la impronta que eso determina. Si todos sus habitantes, sobre todo los de pantalón largo, habían aprendido y entendido que el Mundo Talleres debía concebirse en los tiempos que ofrece un proyecto, resulta poco claro esta zona gris que transita desde el momento en que Sialle habló y dijo: “Si no le gano a Sportivo Belgrano, me voy”. Desde ese momento hasta hoy ha vivido así. Según sea el resultado y las formas, después de cada partido el Mundo Talleres pasaba a estar pendiente de la palabra de Sialle. Ya sea desde su lugar de trabajo o en Rosario, donde se repone de una operación de tendón de Aquiles. Hoy está convaleciente, pero en la próxima lo tendrá dirigiendo ante Huracán. Con las dificultades del caso. El precio que propuso aquella vez Sialle fue aceptado por el Fondo de Inversión.

¿Por qué no lo confirmaron hasta fin de año? Tenían la oportunidad histórica de hacerlo. De bajar un mensaje fuerte a los jugadores (“Levantan o levantan con este cuerpo técnico que no está en duda”, o algo por el estilo), al propio DT para indicarle que se confía en sus capacidades (¿no lo merecía por haberlo ascendido?) y a la gente. Ese “si no gano, me voy”, puso a todos en una situación apremiante. Ni hablar después de la lesión del propio DT. Todos se pusieron a pensar en dos escenarios como mínimo. Con Sialle, Chazarreta ahora otra vez con “Cacho” o con el que venga si Talleres vuelve a perder.

Están los jugadores que eran considerados antes y los que empezaron a jugar ahora con Chazarreta. Para algunos es el momento para mostrarse más que nunca; para otros puede ser el del desinterés por tal o cual táctica. Ahora que Sialle reasumirá, ¿volverán los que salieron o se mantendrán las caras? ¿Seguirá ese continuo movimiento que a este equipo no le hizo bien? En esa impronta, Chazarreta no pudo disfrutar a pleno de los triunfos porque sabe que en parte son de Sialle y que si ayer se caía, hubiera sido más por él que por “Cacho”.

La directiva, desde que se vive así, no para de recibir llamados de otros DT ofreciéndose. Es el precio del pan para hoy y hambre para mañana. Por caso, este 3-1, ¿de quién fue? ¿De los jugadores, de Sialle, de ‘Chaza’ o de los dirigentes que hablaron con el plantel?

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Es la cantidad de unidades que logró la “T”. Así como la derrota ante Atlético Tucumán lo metió en la zona roja de los promedios, el 3-1 de ayer lo sacó de ahí. Aún quedan nueve puntos en juego.