Talleres fue sorprendido por un práctico Brown de Adrogué que lo venció en el Mario Kempes 4 a 1 y dejó un semblante de intrigas en el ambiente. Jugó mal, suma su tercera derrota consecutiva y hay alerta.

Deslucido, desconcertado. Y sobre todo confundido. Esos objetivos son los que más se amoldan a la actuación de Talleres anoche en el Mario Kempes, donde un Brown de Adrogué pragmático y sistémico le faltó el respeto, para terminar derrotándolo 4 a 1, además de dejar síntomas de preocupación por barrio Jardín por la humillación recibida. El Albiazul prácticamente no pateó al arco en todo el partido, nunca fue dominador de las acciones, por eso, el rival, con inteligencia, aplicó los certeros golpes que ni siquiera evidenciaron reacción. Es la tercera derrota consecutiva de los dirigidos por Arnaldo Sialle, y por eso, desde la tribuna se escucharon algunos silbidos y reprobaciones.

Con claridad, los de Adrogué fundamentaron el triunfo por limitarse al libreto de esperar, y aprovechar algunas desajustes en coordinación en Talleres, por ejemplo, el retroceso defensivo. Lo esperó, desnudando las falencias del local en cuanto a la generación de juego y le facturó. Matías Sproat fue el primero en sacar provecho con una volea tras un pase de mitad de cancha. El árbitro pareció compensarle a Juan Tévez y le convalidó, minutos después una falta de Lemmo para que Sánchez Sotelo pusiera la paridad. Todo como cuando empezó, nada cambió. Sin embargo, otra vez la visita fue más perspicaz, jugó con la presión del anfitrión, y le anotó tres gritos más, con Mariano Guerreiro, Pablo Miranda y Martín Fabro. A esa altura, Sialle ya había probado con Sebastián Navarro, con línea de tres en defensa y tres atacantes. Pero faltó el nexo entre las líneas y en definitiva, sucumbió ante la ordenada y escalonada defensa de Brown.

No será fácil olvidar la primera excursión de los de Adrogué en el Mario Kempes, con una goleada y una ejemplar dispositivo de juego, que a pesar de ser cauteloso, goleó y sacó lo mejor para brillar. Hizo gala de su solidaridad defensiva y de contra, con espacios, le provocó al albiazul dolores de cabeza que a esta altura pueden tornarse en migraña. Brown se lleva de recuerdo una foto, que se sacaron muchos jugadores al término del partido con la gente de Talleres de fondo... sí, parecían turistas.

A pesar de las variantes, el local fue estático en el medio, sin generar juego y con una defensa que tampoco brindó garantías.

Talleres cosecha su tercera derrota consecutiva y transita los primeros días de su Centenario de vida por un camino pedregoso, envuelto en una notable ausencia de identidad de juego como de personalidad. Y de esta forma, se queda en mitad de tabla, lejos del protagonismo y cerca del fondo.

EL ÁRBITRO
Nicolás Lamolina (Regular) Provocó más de lo que dirigió, y recurrió al borde de lo insólito para compensar en las jugadas. No dudó en el penal por la falta de Lemmo a Tévez, y pudo expulsar a Leyes

LA CLAVE
La contundencia y practicidad de Brown sobre un Talleres vulnerable en sus filas defensivas. Pero tampoco supo reaccionar, no estuvo fino con la pelota ni con ese fuego de otras veces. El 4 a 1 no fue exagerado.

LA FIGURA
Martín Fabro (8). Es el emblema de Brown, en juego y en solidaridad. Decoró la goleada con el cuarto gol pero antes, asistió, metió y la pidió siempre. Mucho oficio.

Uno X Uno - Albiazul


Santillo: (5) Sin responsabilidad, incluso salvó una de cabeza de Guerreiro.
Chávez: (5) Fue quien más se animó a subir, pero igual sigue lejos de su nivel.
Avendaño: (5) Salvó una en la línea, pero no aprobó. No tuvo solidez ni voz de mando.
Trulls: (4) Se le nota aún la inactividad, no tuvo la presencia necesaria para dar solidez.
Bazzi: (5) Mucho esfuerzo para marcar, alternó buenas y malas.
Díaz: (6) A pesar de no ser volante derecho natural, escaló cuando pudo y generó espacios.
Leyes: (5) Mejor con Navarro que con Brítez Ojeda, pero no se destacó en nada.
Brítez Ojeda: (4) Sin dinámica ni precisión.
Carabajal: (4) Por las dos bandas cuando estuvo suelto. Sialle ordenó su cambio.
Tévez: (5) Le hicieron el penal, y no mucho más, estuvo lejos de la pelota.
Sánchez Sotelo: (6) Merecidos los aplausos de la gente al final, el más sacrificado, perdió en inferioridad numérica.
Navarro: (5) Su ingresó dio más motivación que juego. Fue absorbido por la desidia de juego y no gravitó.
Fredich: (4) Entró por el carril izquierdo, no fue volante ni defensor, a sus espaldas llegaron los dos goles del complemento.
Salmerón: (5) Casi no tuvo contacto del balón, y tampoco le llega mucho.