El análisis de Sialle. El técnico se quedó con la espina de no haber podido sostener el resultado. Evaluó el rendimiento como positivo.

No tuvo problemas en tirar la primera frase sin vueltas: “Me quedo con un sabor agridulce”. Así comenzó a analizar el rendimiento del equipo el entrenador de Talleres Arnaldo Sialle.

Cacho, después del arranque de Talleres con el empate 2-2 ante Sarmiento en la B Nacional 2013-2014, dejó en claro que aún el equipo está en gestación. “Hay que seguir probando y trabajando el equipo para pensar qué es lo mejor”, declaró a Día a Día el técnico albiazul.

El 11 está en una etapa de composición. Entonces, más allá de cómo se dieron las circunstancias del empate ante el elenco de Junín, para el DT aún todo está en pleno análisis.

“Algunas cosas hicimos bien otras no tanto. Tuvimos a un rival muy disciplinado y por algo peleó el torneo pasado. Duele no haber sostenido el resultado y nos duele a todos. Son cosas que hay que tratar de evitar. En líneas generales me voy conforme porque era un rival duro, pero queda muchísimo”, completó. El técnico albiazul ya está metido de lleno en la temporada. Atrás quedó el gran logro del ascenso a la B Nacional. Ésta es otra historia y él lo sabe muy bien. Por eso, después de la igualdad de ayer, quedó esa sensación de frustración. Más, por haber estado dos veces arriba en el marcados y, en idénticas situaciones, el empate inmediato tras las anotaciones propias.

En ese sentido, el técnico hace más foco en el segundo gol, después del 2-1 de Juan Pablo Avendaño. “Dolió, sobre todo el segundo gol porque todos queremos ganar. Hay que seguir y prepararse para lo que viene. De Sarmiento esperaba esto, un equipo compacto e intenso”, señaló.

¿Y qué se viene? El miércoles el partido por Copa Argentina en busca del pase a la semifinal del torneo, ante Estudiantes de Buenos Aires, en Chaco a las 19.15. “Mañana (por hoy) ya entrenaremos y vamos a ir viendo qué ponemos. Mi idea es presentar seguramente el equipo supuestamente titular”, anticipó.

Eso aclara que quizás no haya casi modificaciones en el 11 inicial, respecto del que igualó ayer.

Para cerrar lo sucedido en el debut, graficó: “Preocupado no me voy, pero hay que ocuparse en todas las líneas. Mientras los jugadores se entreguen y hagan el máximo esfuerzo vamos a estar bien, a seguir peleando”. ¿Y respecto de la nueva categoría?

“Los jugadores estuvieron a la altura y hay que darse cuenta que será largo y duro. Nosotros también vamos a ser duros para los rivales”, concluyó.

Fue el 74. El DT ya dirigió a Talleres en 74 encuentros. Ganó 37, empató 24 y perdió 13. Lleva 21 partidos invicto.

Avendaño: Merecíamos ganarlo


Feliz por el gol, que gritó con todo. No tanto por el triunfo que no pudo ser. Feliz porque a la salida los esperaban sus afectos, no tanto porque el tobillo le sigue doliendo. Juan Pablo Avendaño pasó por distintas sensaciones en su regreso oficial a la T y como capitán.

“Grite mucho el gol porque soy hincha del club y estaba mi familia, mi hija, mucha gente que hizo mucho para que hoy esté en Talleres”, señaló el zaguero. Sobre el empate en dos con Sarmiento, lamentó: “En el segundo gol no nos dieron tiempo ni para acomodarnos. Nos llegaron con mucha facilidad y eso hay que trabajarlo. Es un equipo prácticamente nuevo, hay que ensamblarlo”.

Avendaño apuesta fuerte y por eso remarcó: “Tenemos la ilusión y el deseo de pelear arriba. Y para hacerlo, a estos partidos hay que ganarlos. Igual me voy conforme porque tuvimos pasajes de buen fútbol y merecíamos el triunfo porque fuimos al frente, como lo exige la historia de este club”.

El esguince de tobillo casi lo deja afuera y por eso se planteó la duda de su presencia el miércoles por Copa Argentina. “Quiero jugar siempre. Me duele bastante y tuve que infiltrarme. Las ganas están y ojalá llegue”, completó.

El Tin, con amargura. La mayoría coincidía en la bronca por el empate y Agustín Díaz lo exteriorizó. “La virtud fue ponerse arriba dos veces en un partido con situaciones parejas. Por eso me voy amargado, no es fácil convertir dos goles. Tuvimos distracciones y lo pagamos caro”, reconoció.