1-0 a Newell’s. Con gol del “8“, que ya había marcado ante Belgrano, la “T” avanzó en la Copa tras vencer al campeón del Torneo Final.

Y esta fiesta no termina. Todo hacía prever que el festejo debía ser para Newell’s, campeón del Final una hora y media antes de salir al Centenario porque Lanús no pudo con Estudiantes. Pero “el gran jolgorio”, a decir de la inefable Doña Jovita, fue para Talleres, que frente a un mix del mejor equipo de AFA se llevó la porción más sabrosa del postre. Con cereza incluida.

Si la lógica en el fútbol existe, Talleres debería haberse vuelto feliz por llegar a octavos de final de la Copa Argentina y sin lamentarse porque el equipo de Gerardo Martino pasara de ronda.

Pero volvió a repetirse la impronta de este torneo, en el que los equipos de categorías inferiores le complican la vida a los de categoría superior. Ayer no fue la excepción. Talleres lo hizo contra el gallardo campeón y sobreponiéndose inclusive a una realidad que en el fútbol no se puede desdeñar, como es haber llegado al partido de ayer sin competencia oficial por más de 40 días. Con la sola excepción del amistoso de hace un par de semanas atrás frente a Olimpo (BB), la “T” sumó otra alegría para un año inolvidable.

Las palabras que Gerardo Martino le brindó a este enviado eximen de mayor comentario sobre la justicia del triunfo albiazul. Más allá de que la Lepra asomó al partido con la cabeza puesta más en los festejos que en el juego que debía superar. “El Tata” dijo que el 1-0 se ajustó a lo que pasó en la cancha y felicitó a “su amigo” Arnaldo Sialle y al plantel albiazul, con la honestidad de siempre y sin excusas.

Lo cierto es que Talleres viene dulce. Ayer, en un partido muy importante para su futuro deportivo, se abstrajo del contexto festivo e hizo debidamente foco en lo que correspondía: jugar el compromiso con los dientes apretados, consciente de que el premio no sería sólo económico (480 mil pesos), sino también, y más importante, deportivo.

Porque difícilmente los rivales que le toquen en los próximos cruces (en septiembre será Estudiantes de Caseros y, si pasa, el vencedor de San Lorenzo-Gimnasia ER), tengan la envergadura del derrotado de ayer.

Ni más ni menos que el mejor del fútbol argentino. ¿Quién le quita la ilusión a Talleres de poder clasificarse a la Copa Libertadores? Con sólo tener en cuenta que hace un mes y medio, la “T” sufría en el Torneo Argentino A y que ahora, merced al ascenso y al triunfo histórico de ayer, pasó a soñar con jugar por el torneo continental que ya disputó en 2002.

“Si le ganamos a Newell’s, ganamos la Copa Argentina”, dijo el inversionista Ernesto Salum (ayer recibió la felicitación del presidente de Belgrano Armando Pérez) apenas se supo que la Lepra sería el rival. Ahora, tras eliminar al campeón del fútbol nacional, el campeón del Argentino A apuesta a ese logro.

No obstante, para varios jugadores, la alegría de ayer puede convertirse en la tristeza de hoy ya que Sialle comunicará quiénes seguirán y quiénes no. “Será un momento difícil”, admitió el técnico, con un gesto de tristeza. Ayer se abrió una etapa y hoy se cerrará otra, en la que Talleres hizo más historia.