El DT de Santamarina dijo que estuvo toda la semana “muy tensionado y presionado” hasta que la “T” ascendió el lunes.

Talleres ya está ascendido a la B Nacional y sólo le queda un partido, el del próximo fin de semana, como visitante, frente a Santamarina, para cerrar su participación en el Argentino A. Y fue precisamente el equipo del “Sapo” Gustavo Coleoni, el que terminó dándole una mano a la “T” para que consiguiera el ascenso, al vencer a Maipú 1 a 0, la misma noche del pasado lunes en la que el Albiazul le ganó a San Jorge y logró su regreso a la Primera B Nacional.

Pero Coleoni, criado en el riñón albiazul, ex-DT del equipo y cuyos hijos, Franco (15) y Emanuel (18) juegan en las juveniles del club de Barrio Jardín, no la pasó bien los días previos al partido con lo mendocinos.

Anoche, desde el ómnibus que trasladaba a su equipo a Tucumán, donde el domingo jugará contra San Jorge y puede asegurarse el segundo puesto del undecagonal, aseguró: “Fue una situación muy incómoda. Estuve toda la semana muy tensionado y presionado. Sin hacer nada, tenía todas las chances de ser el culpable de que Talleres no subiera el lunes y tener que ser el juez de su ascenso en Tandil”.

“Que Talleres no haya tenido que definir el ascenso con nosotros me sacó una gran presión de encima”, agregó. Y cuando se le pidió precisiones respecto de las presiones que habría sufrido, “el Sapo” respondió: “Yo sólo les digo que la pasé muy mal. Averigüen ustedes”, fue su respuesta lacónica.

Lo que Mundo D pudo establecer es que en una radio de Tandil “el Sapo” dijo que durante el juego contra el Cruzado tuvo custodia policial en su casa en Córdoba y que su familia habría sido amenazada, versión que no pudo confirmarse.En otro orden, Coleoni se mostró muy feliz por el ascenso de Talleres. “Primero quiero felicitar a la hinchada de Talleres, que en el mejor momento de Belgrano en Primera y cuando los resultados no lo ayudaban, siempre apoyó al equipo y tuvo un motivo para alentar. Y por supuesto al cuerpo técnico, a los jugadores y a los dirigentes que, esta vez sí, estuvieron en todos los detalles”, señaló.

Sin hinchas albiazules. El partido frente a Santamarina se jugaría, finalmente, en Tandil y sin público visitante. “Al menos esa es la intención de ellos, aclaro que no la nuestra. Hoy (por ayer) hablé con Pablo Bossio, el presidente de Santamarina, y me dijo eso. Veo difícil que se decidan cambiar la localía al Kempes. El tema se definirá el martes en la reunión del Consejo Federal”, dijo anoche el presidente del Fondo de Inversión, Rodrigo Escribano, cuando se lo consultó.

Licenciados. El plante albiazul continuará licenciado hasta el próximo martes, día en el que retomará las prácticas con la mira en el partido frente a Santamarina, con el que cerrará su participación en el Argentino A.