Mirá la columna de Guillermo Puente tras las primeras cinco fechas del undecagonal del Argentino A.

Talleres está a cinco finales de subir de categoría. Son cinco escalones para volver a ser un equipo de la Primera B Nacional. Son cinco partidos para salir del “infierno” del Torneo Argentino A.

Pasó la mitad del undecagonal y lo encuentra en la cima de la tabla de posiciones junto a Deportivo Maipú. Hasta ahora son los dos mejores equipos del torneo, y tienen que enfrentarse en la octava fecha en Mendoza.

En el calendario de la “T” figura Juventud Unida de San Luis (de visitante), Gimnasia y Tiro de Salta (de local), Maipú (de visitante), San Jorge de Tucumán (de local), quedará libre, y cerrará jugando contra Santamarina de Tandil (de visitante). Todo es posible.

Los dirigidos por Arnaldo Sialle, y los hinchas también, tienen que ir partido a partido. Sin pensar más allá. Se está cerca del objetivo, pero no hay que desviar la atención más allá de Juventud Unida de San Luis, el próximo rival del undecagonal.

En las primeras cinco fechas, numéricamente es casi perfecta la cosecha del Albiazul: ganó cuatro partidos y empató uno. Sin embargo, nunca le sobró nada. Superó con lo justo a Juventud Antoniana, Sportivo Belgrano, Gimnasia (tal vez su mejor partido) y Racing de Olavarría. Y empató de local, donde por momentos fue superado, contra San Martín de Tucumán. Sialle sabe que todavía tiene cosas por corregir en un equipo con un alto poder de gol, pero no tan fuerte en defensa.

Y con respecto a los polémicos penales que le cobraron a favor a Talleres en el undecagonal (tres en cinco partidos), hay que partir de la base de que la mayoría de los árbitros en esta categoría son malos. Tienen un nivel muy bajo y cometen demasiados errores técnicos. Que a veces favorecen a unos y a veces a otros.

Por ahora la “T” salió favorecido, pero quizá en las próximas fechas podría ser en contra y Talleres no tendrá otra que bancársela.