Tremendo. Gonzalo Klusener volvió al gol y se anotó por dos. Sirvieron para la gran victoria de la T en Entre Ríos. Sin dudas, fue el día de la bestia.

Cuentan, los que lo conocen, que dejó su departamento. Que se mudó de dónde vivía. Dicen que duerme en una cueva oscura. Que se tapa todas las noches con las redes de un arco de fútbol. Que conversa como los locos con la pelota. Dicen que le dice: “Vos me tenés que hacer caso a mí, si pateo, tenés que ir a donde yo apunto”. Dicen que tiene una relación compinche con la pelota, desde siempre. Gonzalo Klusener tiene esa locura de los que se ponen un 9 (ahora “19”) en la espalda. Como Hannibal Lecter. Tiene predilección por comerle la cabeza a los arqueros. Apunta con la mirada, mata con el botín, devora con una “o” dibujada en círculo perfecto en su boca. Klusener es de las bestias que no se extinguen. Como dice el relator: “Prepara, apunta... gol”.

Klusener tiene un mafioso acuerdo con los fantasmas. Los que saben asustar. Esos que te merodean y te envuelven, hasta que él aparece para darte el tiro de gracia. Y te come. Una vez, dos... 19.

Klusener le dio un triunfazo enorme ayer a Talleres, con dos goles marca “K”. La T le ganó en Entre Ríos a Gimnasia 2-0 que encontró “iluminado” al misionero. Y otra vez fue el día de la Bestia.

“Estamos muy contentos. La verdad que fue duro, pero por suerte nos llevamos tres puntazos”, le dijo ayer vía telefónica a Día a Día después de la gran victoria albiazul. “El primer tiempo jugamos muy bien, por allí ellos manejaron bien la pelota en el segundo. Por suerte volví a marcar, porque eso siempre me tranquiliza.

Pero lo más importante siempre es ganar. Se metió. Fue un partido parejo, ellos casi no tuvieron situaciones. La idea es jugar así y si lo hacemos así tenemos muchas chances. Como lo dijo Cacho (Sialle): ‘Para ascender tenés que demostrarlo’”.

Klusener es un tipo muy cálido, familiero, necesita estar en sintonía con el círculo íntimo. Como sus hermanos, sus padres, sobrinos, su novia Sabrina. Y si las cosas no andan bien, transmite a su vida parte de lo que hace en la cancha: pelear hasta la última pelota.

Por eso anda derecho. En las últimas dos temporadas ha promediado una buena cantidad de goles. Y con Talleres está logrando lo mismo. Ya llegó a 19 gritos en el torneo. “Yo miro todo. Me gusta ver mucho fútbol. Ver jugadas, cómo se define. Qué hay que hacer en esas situaciones. Pero si la cosa no sale, al menos buscar la nueva oportunidad”, dice con firmeza. Y ya lo ha contado en otras charlas, esa “autocapacitación” de la que menciona.

–Dos partidos sin marcar...
–Y... cuesta cuando no lo hacés seguido. Pero bueno, tuve la chance hoy (por ayer) y por suerte se dio. Siempre que no hago un gol siento que algo no hice bien. Me impongo la necesidad de marcar. Pero primero que nada, que ganemos.

–Uno por cada partido...
–Ja, ja, claro, no hice en dos y me tocó ahora. Pero estamos muy bien todos, contentos.

Klusener habla con un tono ameno siempre. Por más que el ánimo a veces no sea el mejor. Pero rema y va. Y ahora se lo nota “completo”, pleno. Igual aún tiene cosas para decir y reafirmarlas: “Que hablen lo que quieran de Talleres. No lo doy importancia a lo que digan de Talleres. Dentro de la cancha tenés que hacer las cosas bien sino no lo ganas, el esfuerzo lo tenés que hacer. Todo eso demuestra que los partidos son a morir, nadie te regala nada”.

No se abstrae Klusener de lo que están jugando. Ni se distrae con que comenten “favoritismos” a la T. “Nos hemos ido muy calientes de la cancha por muchos arbitrajes que nos perjudicaron. Nos ha pasado a todos. Y hasta me comí una expulsión por quejarme”, afirma.

–Pero al final volviste con todo.
–Sí, por suerte otra vez marcando, es un aliciente personal.

–¿Se despertó la bestia?
–Ja, ja, sí, menos mal, ja, ja.

Ganó Talleres por Klusener, fue el día de la bestia, sin dudas.

Goleador K


19. Son los goles que lleva anotados en el torneo. 17 convirtió en la fase regular y ayer se destapó con dos.

0,826 %. Es el promedio de gol por partido. 23 son los que ha jugado en todo el campeonato, con 19 goles.

Un triplete. El único de un jugador en todo el torneo. Fue en el partido en el que la T venció a Gimnasia y Tiro en Salta 4-2.

Potencia. Klusener es un típico jugador de área. Tiene mucha potencia en el área y es muy fino en la definición.

Resistencia. Físicamente está impecable. Más allá de la entrega, tiene resto y llega muy bien a los cierres de los partidos.