Los pies sobre la tierra. El arquero albiazul es, junto a Leandro Requena y gracias a la mejoría defensiva del equipo, el responsable de que el arco albiazul lleve cinco partidos sin sufrir goles.

Hace cinco partidos que el arco de Talleres no recibe goles, entre el Argentino A y la Copa Argentina. El último fue en la 23ª fecha, en el empate 2 a 2 frente a Libertad de Sunchales. Y le tocó sufrirlo a Leandro Requena, quien por entonces reemplazaba en la valla albiazul a Diego Aguiar, quien debió ser operado por un cólico renal tras la goleada frente a Racing 4 a 1.

Por ese motivo, el arquero santafesino se perdió cuatro encuentros–contra Guaraní, Libertad, Tiro Federal y San Jorge–, pero tras su ausencia volvió en el arranque del undecagonal frente a Juventud Antoniana con un nivel descollante.

Aguiar y “Lea” son los responsables, junto a una defensa que fue mejorando notablemente, de que el arco de la “T” lleve 457 minutos invicto. Pero el ex arquero de Desamparados tuvo su pico de rendimiento en los triunfos 1 a 0 frente a los salteños y Belgrano, por la Copa Argentina, y se ganó la ovación y el reconocimiento de una hinchada que no lo tenía entre sus preferidos y que no se olvidaba de aquel gol que se “comió” en el clásico de la Amistad frente al Pirata.

“Esos partidos sin jugar fueron una prueba para mí, porque nunca había estado tanto tiempo sin jugar. Me generó dudas respecto de cómo volvería, pero por suerte ese miedo quedó atrás y pude responder contra Antoniana y en el clásico. Yo nunca perdí la confianza en mí ni en el equipo. Y me alegró mucho que a Leandro le haya ido bien cuando le tocó reemplazarme”, fue el primer concepto que vertió el arquero, de 31 años, a Mundo D.

Aguiar aseguró que su gran performance frente a Belgrano antenoche no fue una revancha respecto de aquel clásico en el que un error suyo permitió que Lucas Melano convirtiera y Talleres perdiera elpartido.

“Uno está acostumbrado a lucharla. Yo nunca creí en las revanchas en el fútbol. Si uno se queda con esos rencores contra uno mismo, puede ser contraproducente. He aprendido a hacer borrón y cuenta nueva. Y a pensar en positivo. Eso me sirvió mucho”, comentó el arquero.

Respecto del valor que le otorga al triunfo frente a Belgrano por la Copa Argentina, Aguiar indicó: “Los triunfos en los clásicos no se olvidan y a mí me dolió perder los dos anteriores. Le debíamos a la hinchada una alegría así, porque uno siente y agradece el apoyo que nos brindan en el día a día. Y a mí me hace muy bien que los hinchas me reconozcan el esfuerzo que uno hace”

“Ahora vamos por el ascenso”. No obstante, el guardameta, quien pocos días atrás fue papá nuevamente –nació su segundo hijo, Tomás– aseguró que desde el mismo miércoles la victoria entró a ser parte del pasado del equipo.

“No hay tiempo para disfrutar ni para relajarse. Este triunfo nos sirven como aliciente, pero el objetivo nuestro es el undecagonal y el partido del domingo frente a Sportivo. Nos quedan nueve finales por delante. Y nada nos puede sacar del objetivo de ascender”, subrayó.

Y agregó: “Ahora vamos por lo más grande. Tenemos que ascender. Hemos demostrado estar muy bien en estos últimos partidos y que cualquiera puede ser titular en este equipo. Talleres puede plantarse a cualquier equipo sin que se note la diferencia de categoría, como frente a Belgrano. Pero si no ascendemos, nadie se acordará de eso”.