Salto de calidad. La T necesita recuperar su regularidad. Tiene tres próximos ensayos para hacerlo antes del Reducido. Se vienen cambios.

Los últimos dos partidos sin triunfo en cadena de Talleres, dejaron un cielo abierto de dudas en barrio Jardín. Lo que más le preocupa al entrenador y a los hinchas es el rendimiento de los jugadores. El equipo, igual, por mérito, puntos y buenas producciones a lo largo de 20 partidos, consiguió el pase al reducido por el ascenso a la B Nacional. Pero, queda lo otro, lo que se demanda en estos casos: la chapa.

¿Es Talleres un candidato serio al ascenso? Por lo que implica saberse en esta categoría siempre será un candidato, ahora bien, lo que no da garantías de al menos una regularidad es el equipo en cancha. La mala producción del elenco en el encuentro del sábado con empate en la agonía del partido ante Libertad 2-2, en el Kempes, abrió una larga lista de interrogantes. Pero también potenció cierto pesimismo en muchos de sus hinchas. “Jugamos mal, no hay otra manera de verlo. La reacción de la gente es proporcional a lo que se vio en cancha”, dijo el entrenador Arnaldo Sialle.

Con las defensas bajas. Atrás, Talleres enciende la luz roja. Realmente es alarmante el rendimiento que mostraron algunos jugadores a lo largo de este primer proceso. Padeció la línea del fondo de las lesiones de Ezequiel Brítez, Nicolás Trulls y recientemente del refuerzo Aníbal Medina. Eso terminó de conspirar en el fondo de la T. El corolario de dudas se focalizó el sábado en el rendimiento de Jesús Nievas y algunas vacilaciones de Elías Bazzi. Se evidenciaron errores elementales, en los cierres, en las marcas, en los relevos. El arco también lo sufrió, las intermitencias de Diego Aguiar (hoy recuperándose) y la poca continuidad de Leandro Requena, sumaron su granito. Tampoco es cuestión de significar que el fondo ha sido “un desastre” porque hubo varios partidos de muy buen nivel. Sí, se evidencia en los últimos juegos un retroceso real, que preocupa mucho al DT.

En el medio, luz amarilla. ¿Qué tuvo Talleres en el último partido? Síntomas de confusión. Las irrelevancia de Nahuel Santos por la franja izquierda y la escasez de producción de Gastón Bottino (ambos serían relegados) por la derecha desnaturalizaron el pensamiento del DT que pasó a Agustín Díaz por derecha, durante un tramo cuando ingresó Becica por la izquierda. Con la adversidad del resultado ganó el nerviosismo con pelotazos y pases equívocos. Javier Villarreal y Nery Leyes tampoco tuvieron una gran noche. El doble cinco de la T siempre fue una cuestión de dudas, de terminar de encontrar un paso regular. Asimismo, es saludable la tarea de Díaz y algunos retrocesos de Olego que sumaron movimientos positivos en los volantes. Parece que el crédito se acabó en algunos y el DT lo haría saber para el próximo encuentro (miércoles ante Tiro).

Salvan las papas. “No me interesa ser goleador del torneo si Talleres no asciende. No vine por eso, no me sirve de nada. Yo quiero el ascenso y ver si puedo hacer goles que sirvan para ello”. Esa frase resumió el concepto del pensamiento de Gonzalo Klusener que junto a Olego y a Alexis Olivera (desde el banco) han logrado salvar la ropa casi siempre.

Sialle y sus muchachos tienen que volver a hacer los deberes para determinar cómo se puede construir esa “chapa” de candidato. Talleres lo será siempre, ya sea en el Argentino A o cuando le toque subir a la B Nacional. Pero, hoy está lejos de esa regularidad que le permitirá vislumbrar el final del camino con una luz de esperanza. Sialle consiguió un alto porcentaje de efectividad con estos jugadores en la categoría. Necesitan dar un salto, porque así será sólo una buena marca para la estadística.

Nievas. Bajó su nivel. El defensor albiazul tiene una nutridísima experiencia. Pero no rindió bien en las últimas presentaciones. Padeció muchos cambios atrás.

Villarreal. El capitán alternó buenas y malas. Y se hizo mucho foco en su rendimiento en la mitad de cancha. Señalado, aún busca su regularidad en el medio.

Klusener. Es la carta con la que la T ha podido sobreponerse. Pero está claro que no podrá depender sólo de su oportunismo y de su eficacia como goleador.