La "T" se impuso 2-0 con un imparable Klusener. El partido se disputó en el Kempes ante un buen marco de público.

Todo remite a exigencia. Todo se sueña, nada se perdona. Sobre todo cuando hay objetivos postergados y chances desperdiciadas. Instituto y Talleres entran a ese juego. Uno para irse de la Primera B Nacional, el otro para salir del Torneo Argentino A.

El amistoso que abrió el martes por la noche en el Estadio Mario Kempes la Copa Provincia Córdoba es una excusa que apenas permitirá unos pocos minutos de estudio.

La urgencia hace que los atenuantes lógicos de estas épocas (lesionados, refuerzos que esperan lograr su mejor condición, pretemporadas en pleno desarrollo) deban quedar de lado.

Hay deudas que pagar. Gonzalo Klusener posa con Julio Chiarini para una foto en la cena confraternidad de los planteles antes del partido y a las horas, el 9 se encontró batiendo al 1, por partida doble para el triunfo de 2-0 de la “T” sobre el equipo de Alta Córdoba.

Klusener grita sus goles y con él, todo Talleres. Despierta la ilusión y todo eso que pasa cuando Talleres gana. Que ese rato durará hasta el ascenso y como, por arte de magia, desaparecerán sus limitaciones, los errores en las salidas, los amaneceres complicados.

Que la imagen de un Gabriel Carabajal punzante (taco profundo, desbordes claves) prevalecerá por la del tipo que choca, se ahoga o se hace echar.

Que esos seis puntos que lo separan de Gimnasia y Tiro de Salta comenzarán a desaparecer el próximo sábado 26 en la reanudación. Klusener volvió a pagar. El goleador es implacable y vive un gran verano.

Sufre. Chiarini sufre los goles y con él, todo Instituto. Que por más que sea un amistoso, no se avizora el hambre de Gloria. Que puede llegar a ser menos de lo mismo.

La “T” le sirvió dos entregas apuradas en sus salidas, una defensa nueva para comer un buen desayuno, pero terminó rechazando ese plato.

Una y otra vez. A Aguirre le ampliaron el crédito, le pusieron tres delanteros, pero el que más claro llegó fue Leonardo Sánchez. Debía ser el fútbol y su referencia más destacada fue haber sacado a Carabajal. Ni siquiera se aprovechó el área norte, ideal para pegarle a ras del piso.

Como otras tantas veces, el mejor jugador de la Gloria volvió a ser el arquero. Tratando de empujar a sus compañeros con su arrojo. Chiarini es un quijote que queda a merced de cualquiera que encare seriamente a su defensa. Da apuro ver cómo el arquero arriesga su físico y después, en una jugada intrascendente, Instituto pierde al pibe Piermarteri por un codazo a Elías Bazzi.

Las ilusiones están. Los aciertos y los errores viven en una lucha permanente. Como siempre. Fue suficiente para Talleres, preocupante para Instituto.

Síntesis


Instituto: Julio Chiarini; Raúl Damiani, Leonardo Sánchez, Federico Martorell y Roberto Floris; Marcos Aguirre, Federico Vismara, Mauro Bellone y Santiago Biglieri; Javier Velázquez y Pablo Burzio. DT: Darío Kudelka.

Talleres: Diego Aguiar; Jesús Nievas, Rodrigo Chávez y Elías Bazzi; Diego Chitzoff, Nery Leyes, Agustín Díaz y Nahuel Santos; Gabriel Carabajal; Gonzalo Klusener y Franco Olego. DT: Arnaldo Sialle.

Goles: PT 38m, Klusener; ST, 27m Klusener (T).
Cancha: Estadio Kempes.
Árbitro: Pablo Díaz.