... una sentencia. Patricio Rodríguez adelantó a San Martín con un golazo; Claudio Riaño empató para el Matador a 11 minutos del final.

Dos luces blanquecinas. Descargas como ametralladoras. Y después el húmedo silencio. Fueron los rayos con los que San Martín y Talleres se hirieron. Sí, el veloz y estético disparo de Patricio Rodríguez cayó desde el cielo, implacable. Pero la aparición relámpago de Riaño puso las cosas en su lugar. Fue 1-1 en una noche de tormenta que tuvo la presentación de Sialle en Córdoba.

De arranque Talleres lastimó por las bandas. Francés, por la izquierda, se transformó en llave ideal. Además, Riaño retrocedió unos metros para hacerse del balón y llegar con mayor presencia. A los siete, Riaño le ganó en velocidad a Triviño pero el arquero Hoyos fue el verdugo en el mano a mano. Lejos de mermar la intensidad, la T fue al frente. Francés escapó por la raya y su centro terminó por cerrarse hasta complicar el arco tucumano. Después, desbordó Riaño y el centro atrás encontró al pibe Frances que definió defectuoso. A esa altura los de Sialle mostraban superioridad por tenencia de pelota. Pero los merecimientos en el fútbol son una anécdota y el Santo se encargó de demostrarlo.

La diferencia fue la pegada de Patricio Rodríguez. Iban 28 cuando el volante ejecutó un exquisito remate desde 25 metros para colocarla por arriba de Etulain. 0-1 abajo la T. ¿Responsabilidad del 1? Se adelantó para achicar el ángulo de disparo suponiendo un violento remate (cancha y pelota húmedas) pero el 10 tucumano la clavó genial. El PT dejó a Talleres en desventaja y con la obligación de mostrar algo más que las repetidas escaladas de Francés.

Quiso, no pudo. Sialle leyó clarita la historia. Decidió el ingreso de Pereyra para darle agilidad a la ofensiva albiazul. Pero a la hora de los bifes, poco y nada. Lo tuvo el santiagueño a través de un fortísimo remate. El portero visitante dio rebote y Riaño de atropellada no pudo conectar. En la contra, y defendiendo con línea de tres, la T casi recibe el golpe mortal. Solo que el testazo de Balvorín se fue apenas desviado. Con la ventaja, los de Monzón prefirieron el contragolpe a través de López y la velocidad del Ratón Ibáñez. ¿Y Talleres qué? Un intento desesperado. Hasta que Sáez exigió al 1 tucumano y, en el rebote, entrando como un rayo, Riaño la empujó a los 34; 1-1 y a buscar la heroica. Pudo ganarlo la T en el final. Sí, Francés lo tuvo aunque no supo el idioma de la pelota y el gol. Los goles ya no iban a venir. Fue un empate por dos rayos en cada bando. Con la noche decidida a quedarse, los hinchas pusieron la cara contra la lluvia. Y con las gotas dibujaron los goles que amagaron como caer.

El uno por uno de Talleres


»ETULAIN (6). Se mostró seguro y dominó bien la pelota ante un campo adverso. Se lo vio un poco adelantado en el gol.
»ROMAT (4). Le costó en la salida y volvió a cometer errores.
»LEDESMA (5). Firme arriba, mostró solvencia. ¿La mala? Vio la roja en el segundo tiempo.
»TRULLS (6). Se va acoplando cada vez mejor en la zaga. Controló a Balvorin en la marca. Bien.
»COSARIO (5). Poca participación en ataque. Pero firme defendiendo. Fue de mayor a menor.
»STRADA (5). Gravitó poco. Puede dar mucho más Román.
»ERROZ (5). Cumplió en el mediocampo. Luchó muchísimo, aunque distribuyó regularmente.
»GIANUNZIO (6). Quitó, raspó y la dio siempre redonda el Gringo.
»FRANCÉS (6). Lo mejorcito en la T. Verticalidad y astucia.
»RIAÑO (6). Atento para convertir. Se lo vio movedizo arriba.
»SÁEZ (5). Tuvo dos y no pudo definir. Igual, gracias a él llegó el gol.
»PEREYRA (5). Se lo vio lento. No fue el de otros partidos Ramiro.
»DÍAZ (5). Aportó algo de su juego. Fue una opción válida.
»ÁLVAREZ (5). Puso ganas. Aportó aire fresco y algo de atrevimiento.