Aunque fue superior a lo largo de varios minutos, la "T" no generó demasiado y los tucumanos aprovecharon su oportunidad para marcar la diferencia. El gol llegó tras una mano de Patricio Rodríguez.

En virtud de lo observado anoche y más allá de la mano de Patricio Rodríguez en el 1-0 final, el DT de Talleres , José María Bianco, deberá repensar si a su equipo le conviene seguir presentando planteos tan precavidos y amarretes como el de anoche. Algo que le terminó costando la derrota, que por lo visto en el juego, no mereció. San Martín de Tucumán no hizo más que la “T”, pero el pecado albiazul fue dejar el partido a un error o a una avivada de perderlo. Tal como pasó.

El primer tiempo quedó marcado por las limitaciones de San Martín y el esfuerzo de Talleres en tratar de asegurar el orden del medio hacia atrás y en no cometer un error, ese que pudiera costarle un gol.

En ese contexto el partido se hizo chato, aburrido y mezquino por parte de los dos equipos. Uno, San Martín, acusó en la cancha el impacto de jugar por primera vez en su estadio desde que descendió al Torneo Argentino A, con la carga de presión que eso significa. Nada fue más apropiado para poder justificar, de alguna manera, el plan con el que el equipo de Pedro Monzón buscó el partido que el sistema de juego: un 5-3-2 con superpoblación de piernas, en el medio campo y atrás. Algo innecesario ante el planteo cauteloso de Talleres.

En esa monotonía, la visita tuvo más la pelota, mejores intenciones de juego cada vez que Agustín Díaz entraba en contacto con el balón, aunque no hería en el área rival. Con muy pocas llegadas por las bandas a través de Emiliano Pérez y Díaz, lo de Talleres también fue tibio, como para complicar a un rival timorato y totalmente desprovisto de fútbol. La situación más clara del primer tiempo fue a los 40 minutos y precisamente favoreció a Talleres.

Agustín Díaz se fue por izquierda, le pegó fuerte, Diego Pave rechazó con esfuerzo y le quedó para Claudio Riaño, cuyo remate dio en un palo y Pave salvó en la línea. Quedó la sensación de que si Talleres se animaba un poco más tendría el triunfo cerca.

En San Martín, las intenciones de Gustavo Ibáñez y sus remates desde fuera del área fueron lo más importante que fabricó en materia ofensiva. “El Ratón” no tuvo demasiado acompañamiento por parte de Patricio Rodríguez y Gonzalo Oviedo.

La diferencia. En el complemento, el local se adelantó unos metros y con el ingreso de Santiago Medina buscó tener mayor profundidad. Apenas un par de centros desde la izquierda por parte de Pablo Vergara llevaron zozobra a Talleres, porque Michael Etulain calculó mal. Y, quizá, también un supuesto penal de Ledesma al “Ratón”.

Las subidas de Pérez por la derecha levantaron a Talleres. Una de ellas terminó en un córner que obligó a una doble salvada entre Pave y Fabián García ante Riaño y Federico Pomba, respectivamente. Justo después, a seis minutos del final, llegó la jugada del gol de Rodríguez, que lo dejó vacío.

Síntesis

San Martín (T): Diego Pave6, Fabián García4, Nicolás Triviño5, Gonzalo Oviedo5, E. Loeschbor (c) 5, Pablo Vergara5, Álvaro Brun 5, Hernán Pérez5, Gustavo Ibáñez5, Antonio Ibáñez5, Federico Turienzo4. DT: Pedro Monzón.

Talleres: Michael Etulain5, Nicolás Romat5, Federico Pomba5, Luciano Precone4, Walter Ledesma5, Emiliano Pérez 5, Diego Erroz 5, Emiliano Gianunzio (c) 6, Agustín Díaz6, Claudio Riaño 5, Sebastián Sáez5. DT: José María Bianco.

Gol: ST, 57m P. Rodríguez (SM).

Cambios: PT, 22m Patricio Rodríguez (6) por Turienzo (SM), ST, 9m Germán Medina (6) por García (SM), 41m Román Strada por Pérez (T), 45m Guillermo Cosaro por Precone (T), 50m Gustavo Balvorín por Triveño (SM), 52m Ramiro Pereyra por Erroz (T).

Amonestados: Romat, Precone, Pomba (T); Brun, A. Ibáñez, García, Vergara (SM).

Acotación: ST, 10m el juego se detuvo 18 minutos por corte de luz.
Cancha: San Martín.
Ocupación: 30 por ciento.
Árbitro: Carlos Boxler (bien).