El DT albiazul estima que "la T" llega al inicio del torneo “en forma óptima” y que el apoyo de los hinchas ante Vélez lo compromete aún más. Tiene como modelo al equipo de Tiro Federal que ascendió a Primera en 2005.

El hombre está tranquilo y transmite la misma sensación. Está seguro de lo que puede dar su equipo y convencido de que jugará “muy bien” al fútbol en el Argentino A de inminente inicio. Además, en cada una de sus charlas con dirigentes, hinchas o periodistas, el DT de Talleres, José María Bianco, ratifica esa impronta de profesional serio, trabajador que no deja el mínimo detalle librado al azar.

Tiene oficio para manejar grupos y conoce la psicología del jugador, porque también lo fue. Y, además, tiene un ascenso a Primera División en el lomo con Tiro Federal, en 2005, un equipo que toma como modelo para este Talleres temporada 2011/12 con el que aspirar subir a la B Nacional.

“Este equipo, del medio hacia adelante, me hace acordar a ese de Tiro que me tocó dirigir. Teníamos jugadores que jugaban muy bien, por abajo y con muchas variantes arriba, como este”, comentó a Mundo D tras la goleada del sábado 4 a 1 frente al Atlético de Carlos Paz.

La referencia del “Chaucha” obliga a hacer memoria, comparar y jugar con las referencias. El lateral derecho Nicolás Romat sería el Javier Yacuzzi de entonces, aunque este último con el perfil cambiado. El volante central Diego Erroz, aquel Silvio Iuvalé. Y “el Sacha” Sebastián Sáez, en potencia, el goleador Rubén Ramírez.

–¿Vale la comparación?
–Creo que sí. En ese equipo teníamos a Javier Yacuzzi, que ofensivamente iba a todas las jugadas arriba. Y eso Romat también lo hace. Teníamos un sistema de juego (4-4-2 ó 4-4-1-1) y un planteo similar con orden, presión y vocación de atacar. Defensores fuertes, pero que marcan y juegan, sobre todo los laterales. Y del medio para arriba tenemos muchas variantes, con jugadores veloces, que saben hacer la pausa, jugar a un toque o de espaldas.

–Parece estar satisfecho.
–Lo estoy. Creo que el arranque del torneo nos encuentra en un momento óptimo. Tuvimos tiempo para trabajar y varios amistosos en los que sacamos conclusiones. Este equipo sabe lo que quiere. Vamos a jugar muy bien, pero todavía nos faltan algunas piezas más.

–¿Piezas? ¿En plural? No era que con un centrodelantero más ya estaba hecho.
–Sí, en plural. (Rodrigo) Escribano sabe lo que necesitamos. Espero que estemos en la misma onda y que puedan hacer el esfuerzo, porque son variantes que considero importantes para el equipo. Este es un campeonato difícil y largo.

–¿En cuanto a funcionamiento, qué les falta?
–Nos falta un poco más de orden en el retroceso, que nos de un poco más de tranquilidad, para que los jugadores de arriba no tengan que bajar tanto para colaborar con la recuperación de la pelota. Tenemos asociaciones entre jugadores muy buenas y yo no ato a nadie. Todos pueden atacar, pero con el compromiso de llegar ordenados atrás después. Sólo a los marcadores centrales suelo pedirles que no pasen tanto al ataque.

–En los amistosos se vio que a los volantes de banda les cuesta retroceder marcando.
–Lo tendrán que hacer. Hoy un jugador tiene la pelota tres minutos en un partido y en los otros 87 tiene que marcar, moverse, desmarcarse y replegarse. Lo más fácil es correr cuando se tiene la pelota. Un verdadero equipo se hace así: cuando la tenemos, todos se mueven para darle opciones al compañero. Y cuando no la tenemos, todos achicamos los espacios como para recuperarla rápido.

–¿Carga la mochila de las frustraciones del equipo en los dos torneos anteriores?
–Yo no pienso en el pasado. Sí en el presente. Llevamos una camiseta muy importante y hay mucha gente esperanzada. Como entrenador nunca viví algo similar a lo que pasó frente a Vélez. El apoyo multitudinario de los hinchas me compromete mucho más aún con ellos, como conductor del equipo.