Bertinetti, desafiante y confiado, uno de los miembros del Fondo de Inversión exhorta a los que lo critican por su pasado en la gestión de Dossetti, que derivó a la quiebra de Talleres.

El apellido Bertinetti cuenta con mucha historia en las dirigencias de Talleres. Es elogiado cuestionado casi en misma proporción. Don Hugo, hoy miembro del Fondo de Inversión que maneja los destinos del club, tuvo importante incidencia de manera activa en la vida política del albiazul en los ’70, en las épocas doradas de los Torneos Nacionales (subcampeonato incluido), y a fines de los 90’ y comienzos del nuevo milenio, con ascenso, obtención de la Copa Conmebol y participación en torneos internacionales. Sin embargo, por haber sido tesorero de la comisión del ex presidente Carlos Dossetti, gestión que llevó a la quiebra a Talleres, también cuenta con opositores.

Por eso, PODIO obtuvo un mano a mano con él, y no esquivó ninguna pregunta. Se despega del proceso de Dossetti y enfrenta a quienes lo critican. “Yo tengo un compromiso conmigo mismo y con Talleres hasta que me muera. Por lo menos, quiero que el club salga de esta difícil situación y mientras pueda ayudar, voy a colaborar. Estuve en muchas comisiones, desde el 73’ con Amadeo Nuccetelli hasta el ’86, y de manera menos activa presté ayuda con Bernabé Muttoni y Víctor Szumick. Después con Dossetti volvía a ser parte de una comisión. Y ahora es mi ultimo ciclo”, contó Bertinetti.

- Precisamente usted estuvo en la gestión de Dossetti y muchos lo critican por eso...
- No tengo ningún miedo, porque no he cometido ningún perjuicio al club. Además yo me había retirado cuatro años antes de la quiebra, casualmente porque no pude morigerar el sistema de gastos. Yo asumo la responsabilidad de cuando estuve, no de cuando me fui.

- La ley de quiebras dice que se deben investigar a las comisiones que llevaron al club a la quiebra y usted forma parte de eso...
- Que me investiguen, no tengo dramas. No hay nada que ocultar. Nunca estuve de acuerdo con ese modelo de gestión, bajo ningún concepto. Se vaticinaba la quiebra y por eso discrepé tantas veces. Me alejé porque no pude dar vuelta ese proceso. No creo ser tan criticado, sino, no estaría acá.

- Otros dicen que usted trabaja ahora esperando que pasen los años para que la causa prescriba...
- Se dicen tantas cosas sin sentido, pero yo les digo a esos que ponen en duda mi honestidad y mi trabajo, que si tienen pruebas o fundamentos, que los pongan a consideración de la Justicia. Tanto el juez Carlos Tale como Saúl Silvestre me dijeron que no hay reproches hacia mi persona.

- ¿Usted perdió plata en Talleres?
- Yo no le llamo perder plata, sino colaborar. Y no fue tanta, no lo podría cuantificar. Pero no tiene nada que ver, puedo ser rico y tener millones de dólares y no hacer nada por el club, y no soy culpable por eso. Me separo de los dos gerenciamientos que tuvo Talleres, a cargo de gente poderosa y que dejó poco en la institución.

- ¿Usted es acreedor de Talleres?
- Sí y no. Yo presté un dinero para unos boletos aéreos y cuando los vaya a cobrar, está escrito en la Fundación Azul y Blanco que los voy a donar al club (casi 400 mil pesos).

- Restan dos años más de inversión, ¿qué vaticina de lo que viene?
- El club está mucho mejor parado, está en buenas manos, el apoyo de la gente es incalculable y por algo será. Quiere decir que algo bueno venimos haciendo. Esto me da confianza y fe para que cuando termine este mandato, espero que las divisiones inferiores estén potenciadas, que la deuda se haya reducido al mínimo a los efectos de no tocar ningún activo y que Talleres ascienda de categoría. Tengo 71 años, soy socio hace 62, a los 9 tuve mi primer carnet. Talleres es compromiso de vida. Tengo casi 40 años como dirigente de esta institución y nunca me probaron nada. Me pueden criticar, asumo eso, y que me investiguen si quieren, no tengo nada que ocultar.