Tres referentes de Talleres se refirieron al sinuoso momento que atraviesa el equipo. Para Willington “falta un líder”; Maidana pide “paciencia y un proyecto”, mientras Lussenhoff lamentó “las lesiones”.

La frustración de Talleres en su lucha por volver a la B Nacional no encuentra razones ni soluciones. Las últimas derrotas llenaron de incógnitas, que desestabilizaron el rumbo marcado, sembrando pronósticos poco favorables, y con la búsqueda constante de culpables, pese a que todavía queda la chance de ascenso a través de la Promoción. LA MAÑANA buscó respuestas de tres referentes históricos de la entidad de barrio Jardín, como son Daniel Willington, Julián Maidana y Federico Lussenhoff. Los tres son palabras autorizadas para referirse a la crisis que vive el elenco albiazul.

“Falta un líder”, arrancó diciendo Willington. “En este equipo hace falta alguien que tome la palabra, que transmita seguridad y que se haga cargo de las acciones dentro de la cancha. No encuentro referentes en la defensa, ni en el medio, ni en ataque. La verdad, lo que vi ante Unión de Mar del Plata, me invitó a cambiar de canal. No llegué a ver la mitad de cada tiempo. Fue raro, un equipo largo, sin respuestas. Así es difícil”, cerró su idea “el Daniel”.

Por su parte, Maidana fue más piadoso y culpó a la forma de disputa del torneo Argentino. “Este campeonato es ingrato, porque no beneficia al mejor. Un equipo puede ser el mejor a lo largo del año, pero en el tramo final, perdés dos partidos y empatas uno, y te tenés que despedir. Te levantás mal un día, como le pasó a Talleres ante Brown, y chau. No hay lugar para lamentos. Todo lo construido a lo largo del torneo, no sirve en esas etapas. Creo que eso te obliga a ser regular todo el momento, no te permite ningún margen”, sostuvo.

En tanto, Lussenhoff también cuestionó la organización: “El torneo pasado nos quedamos afuera del pentagonal casi sin perder. Empatamos con Santamarina y se acabaron las chances. En el nonagonal pasó algo similar. Talleres tiene una deuda pendiente en esas instancias finales, lamentablemente, porque material tiene, pero no siempre se puede plasmar. Deportivamente, no se hicieron mal las cosas, institucionalmente tampoco, por algo los dos años se llegó cómodo a la clasificación”.

Además, el “Colorado” puso de relieve como punto de inflexión, la mudanza del Estadio Kempes a la Boutique: “Definitivamente a Talleres le costó imponerse en su cancha, porque los rivales se sienten más a gusto con los espacios y las referencias de un estadio chico. Se amoldaron casi de la misma forma que a sus localías”. “En el Kempes, quizás por las dimensiones, existía para los visitantes ese miedo escénico y se aprovechaba. Con expulsados y todos, Talleres ganaba porque el oponente no se adaptaba. Y en barrio Jardín, los otros equipos se sintieron más cómodos”, agregó.

Willington quedó decepcionado por los últimos rendimientos del equipo: “Vi un problema actitudinal. Faltó más entrega. Yo fui jugador y siempre quería hacer lo mejor en la cancha. No todo es culpa del técnico. Se apela al corazón, a la entrega de uno por amor propio. El técnico sólo indica, el jugador debe responder por su cuenta también si no puede aplicar lo táctico. Y eso, se nota, no se pudo plasmar, faltó más amor propio”.

A su vez, Maidana pide paciencia y un proyecto más estructurado. “Me parece que el discurso debe ser más moderado y no prometer ascenso a cualquier costa. Hay que imitar a Lanús. Tomarse dos o tres años para armar la base, la estructura, y no desesperarse, los logros llegan solos. Les pasó a los equipos tucumanos. Entiendo que el hincha quiera ascender, pero hay que primero consolidar al plantel. Y no volver a incorporar 15 o 20 jugadores por temporada”.

Lussenhoff, por último, lamentó las lesiones que afectaron al equipo, principalmente las de Juan Pablo Rezzónico y Claudio Riaño. “La salida de (Héctor) Arzubialde fue justo tras la lesión de Rezzónico, a mi entender, el jugador más firme de la defensa. Talleres lo extrañó mucho. Y en las etapas claves, faltó Riaño. Hubo otras bajas, como (Ramiro) Pereyra y (Víctor) Cejas. En este torneo, todo pesa”, aseguró.

“Estoy harto de las cargadas. Que me digan pecho frío porque perdemos contra equipos inexistentes. Basta. Espero que Talleres recupere su verdadera identidad y vuelva a los primeros planos”. Daniel Willington

“No se gana en los papeles, ni con la camiseta. No está bien que se critique todo el tiempo, los chicos dejan el alma en la cancha, pero no siempre alcanza. Hay que pensar más en la estructura”. Julián Maidana

“En estos dos años en el Argentino A las cosas no se hicieron mal, por algo siempre Talleres fue protagonista. Faltó un poco de suerte en las etapas cruciales. Entiendo el enojo del hincha”. Federico Lussenhoff