Con mucha vergüenza propia y con autocrítica, el arquero Federico Crivelli fue el único futbolista de Talleres que enfrentó los micrófonos de la prensa, una vez consumada la goleada 3-0 ante Unión de Mar del Plata. Y lo hizo sin anestesia. “La verdad, no podemos jugar así. Duele perder de esta forma, no hay una explicación. Hoy (por ayer) no se jugaba por nada, y tenemos la bronca, porque no nos podemos permitir nunca más rendimiento de esta naturaleza”, contestó Crivelli, quien volvió a utilizar su habitual buzo rosa.

No frenó con los cuestionamientos: “Hoy (por ayer) era un partidos sin mucho significado, porque no definía muchas cosas, pero sin dudas, el miércoles de la semana que viene, cuando sea la hora de la verdad, a matar o morir, hay que mostrar otra imagen. Hicimos muy poco para irnos con la victoria, y perdimos bien. Hay que poner la cabeza contra la pared y replantearse muchas cosas. Así no se puede volver a jugar. Pero por los «porotos» las cosas serán diferentes».