Tiene 14 anotadores distintos. El líder de la Zona 2 discrimina sus 26 goles en una variedad de artilleros que ningún club del Torneo Argentino A registra. En sus formaciones, alista a 7 u 8 jugadores que han logrado marcar. Menos Crivelli, tiene gol en todas sus líneas.

Charla técnica del entrenador de Maipú Carlos Sperdutti con sus dirigidos, a minutos del juego con Talleres. “En esta cancha (la de Andes Talleres), como la nuestra, la diferencia se hará con pelota parada. No seamos boludos. No va a jugar Ignacio Anívole, pero está Agustín Díaz, que tiene buena pegada. Es un equipo en el que cualquiera puede hacer un gol”.

De nada valió la recomendación del entrenador “Cruzado”. A los 26 minutos de juego, Carlos Azcurra bajó al goleador Lisandro Sacripanti y la falta la ejecutó Díaz, quien la clavó a un ángulo. Era el primer partido como titular en la era Héctor Arzubialde, y el pibe de Villa Carlos Paz anotó también su primer gol en el actual torneo.

Eso en cuanto al aspecto individual. En lo colectivo, con esa conversión, Díaz se convirtió en el 14º goleador albiazul, un registro que nadie tiene en el Torneo Argentino A.

Por caso Guillermo Brown de Puerto Madryn, líder de la Zona 1 y el más goleador del torneo (27 tantos), sólo llega a nueve artilleros distintos. Mientras tanto, Juventud Antoniana de Salta, puntero de la Zona 3, tiene siete anotadores distintos.

Lo cierto es que los 26 goles que marcó la “T” se discriminan de la siguiente manera: Claudio Riaño 5 (Desamparados -2-, Maipú, Juventud Unida y Sportivo Belgrano); Sacripanti tiene, 4 (Racing -2-, Maipú y Estudiantes); Ramiro Pereyra 3 (Alumni -2- y Racing); Adrián Aranda (Sportivo y Alumni), Walter Ribonetto (Alumni -2-) y Guillermo Cosaro 2 (Maipú y Sportivo); Juan Aballay (Juventud Unida), Víctor Cejas (Desamparados), Fabio Pieters (Racing), Ignacio Anívole (Sportivo), Agustín Díaz (Maipú), Gabriel Ruiz (Juventud Unida), y Emiliano Gianunzio (Desamparados).

También se suma a esta lista un anotador muy particular: Fernando Morán, el defensor de Juventud Unida que batió su valla en la tercera fecha, en el 2-0 para Talleres en el Chateau. Un tanto que Sacripanti lo reclama para sí.

“Talleres tiene gol. Eso es indudable. Pero también demostramos que sabemos defender muy bien”, dice Héctor Arzubialde, el DT albiazul. El equipo marca jugando bien, mal o regular; ante el rival más cerrado o ante los que se le animen; en espacios amplios o reducidos; de jugada o de pelota parada; con la totalidad de sus jugadores o en inferioridad numérica; con arrestos individuales o grandes combinaciones; en canchas buenas o malas; con titulares o suplentes; lesionados y/o jugadores entre algodones. Lo cierto es que no hubo ni uno de los 13 partidos en los que Talleres no convirtiera.

El equipo sale a jugar con siete u ocho jugadores que pueden marcar. Por caso, en el partido anterior a Maipú, contra Alumni (2-1 en el Chateau), alineó a ocho futbolistas que llegaron al gol. La formación fue Crivelli; Ribonetto; Aballay y Rezzónico; Pieters, Monay, Gianunzio y Anívole; Sacripanti, Aranda y Riaño.

Salvo Crivelli, Rezzónico, Monay, todos habían convertido hasta ese partido. Es más, si se hiciera extensivo a los amistosos previos al torneo, también podría sumarse al arquero, que en la definición por penales del 2-2 con Instituto, le atajó uno a Mariano Torresi y convirtió el suyo a Carranza, con lo que la “T” ganó la Copa Córdoba.

Retornos. Hoy será día de definiciones. El DT Héctor Arzubialde ordenará una práctica de fútbol en la Boutique, en la que Miguel Monay, Fabio Pieters (ambos cumplieron con sus suspensiones) e Ignacio Anívole recuperarían la titularidad. Nery Leyes, Juan Aballay y Mateo Martinelli dejarían el equipo cuando la “T” reciba a Estudiantes, el próximo sábado a las 19.