El DT de Talleres se fue lleno de satisfacción luego de la goleada ante Racing y elogió a sus dirigidos por sólo pensar en jugar.

“Me voy pleno de satisfacción, porque el de hoy era un partido importante, que marcaba para nosotros una nueva etapa en el torneo. Y lo ganamos jugando bien, porque mi equipo habló en la cancha y no de las habladurías que hubo en la semana”. Las palabras de Héctor Arzubialde, después del triunfo en el clásico, sonaron claras como el agua y aludieron al trabajo que debió hacer en los calientes días previos, para abstraer a sus jugadores del microclima que se había generado.

“Los muchachos pudieron abstraerse de todo lo que se habló y jugaron un gran partido, en el que tuvimos autoridad, contundencia y dimos una muestra cabal de personalidad. Estoy orgulloso de ellos. Y no fue un partido fácil, como parece expresarlo el resultado”, agregó el entrenador albiazul.

Arzubialde añadió: “El equipo tuvo un gran rendimiento defensivo, volantes con mucha entrega y momentos de buen juego. Además, los delanteros hicieron un desgaste descomunal. Lo que me preocupa es el tema de las lesiones, porque nos vamos con tres jugadores golpeados y sin saber si los tendré ante Sportivo Belgrano”.

Puesto a evaluar el trámite del clásico, el DT dijo: “Me imaginaba un partido duro y complicado como el que fue. Terminamos siendo contundentes, pero pasamos algunos momentos complicados, por las lesiones y los cambios, que supimos superar con orden y también con una dosis de fortuna.

Golpeamos en los momentos justos y concluimos con un dominio futbolístico y psicológico total”.

La solidaridad de Riaño. Aunque no convirtió, Claudio Riaño fue el jugador más desequilibrante de Talleres. Guapeó y recuperó la pelota que derivó en el gol de Pereyra, de una fenomenal contra suya llegó el tanto de Sacripanti y cada vez que encaró resultó incontenible. “Fue un partido especial, porque dejé muchos amigos en Racing. Pero si por algo estoy contento es porque el equipo ganó jugando bien”, aseguró.

Y cuando se lo consultó acerca de su apilada en el tercer gol, Riaño demostró su solidaridad. “Lo podría haber definido yo, pero lo ví muy solo a ‘Sacri’ como para no dársela. Con él nos llevamos muy bien dentro y fuera de la cancha”, subrayó.

Fuera de juego

El parte de Ferreyra. El médico de Talleres, Julio Ferreyra, explicó las lesiones que sufrieron Ramiro Pereyra, Walter Ribonetto y Víctor Cejas. “Ramiro tiene una entorsis de rodilla, Walter una lesión en la planta del pie izquierdo, compatible con un desgarro mínimo, y Víctor un traumatismo en su rodilla izquierda, que le hizo un gran hematoma. Tendremos que hacerles estudios y esperar sus evoluciones”, explicó el facultativo.

Butacas en mal estado. En la platea de Talleres se desprendieron unas butacas y dos socios, menores de edad, sufrieron golpes fuertes en sus cabezas, que obligaron a sus traslados al Hospital de Urgencias. Hubo un tercer lesionado, un vendedor, que tropezó en una avalancha y también fue derivado a ese centro asistencial.

Las quejas del Fondo. Alberto Escalante, vicepresidente del Fondo de Inversión albiazul, se quejó por el trato que recibieron por parte de la directiva de Racing. “Nos sentimos maltratados. Nos mandaron las entradas de protocolo cuatro horas antes del partido y tuvimos que ubicarnos arriba, en la platea cubierta”, dijo “Pocholo”.