Dispara Ahumada. A un año de su apartamiento, el empresario regresa a Córdoba mañana, pero como gerenciador de Juventud de San Luis.

Si frente a su vista se le desmoronara el Everest encima, no dejaría de mantener el tono pausado y limitado en improperios. Sólo atinaría a decir: “Pues hazte a un lado”. Y su vida seguiría su cauce normal, aunque tan zigzagueante como sus pensamientos.

Carlos Ahumada sostiene en su estirpe una autoprotección férrea y segura. Se podrá estar demoliendo internamente, pero no se notará. El empresario, tan conocido en Córdoba y en barrio Jardín, volverá a Talleres, pero como gerenciador del rival de turno en el Argentino A: Juventud Unida de San Luis.

Pero esa rivalidad aún es creciente y acérrima en ámbitos judiciales de quienes gobiernan hoy la institución que supo manejar hasta hace un año, cuando el 8 de setiembre de 2009 fue despojado y desapoderado de la T por la Justicia. “Amo a Talleres, amo a mi tierra natal. Hoy me toca estar representando a otro club”, le dijo en una charla telefónica, en el comienzo de una extensa entrevista, a Día a Día.

Es la previa del choque de mañana en el Estadio Córdoba, donde estará el ahora enemigo público número 1, el mismo que dejó al club donde hoy se encuentra: La tercera categoría del fútbol argentino. Mantiene su tono mejicanote. “Órale” o “ahorita” son palabras en la informalidad que lo definen aún como un consumidor de tacos y quesadillas. Su cercanía hacia el choripán fue más de la mano de Talleres, “su” Talleres, al que no cansa de mencionar, pero sigue lejos de retomar el “che”, bajo tono argentino. “Me sacaron de manera injusta”, agregó. Y retumba en lo deportivo: “El primer año se jugó la promoción y Talleres era un enfermo terminal... El plantel que formamos era para no perder la categoría y lamentablemente no se consiguió”. Y saltó a lo que pasará mañana, allí, bajo la marquesina que lo anuncia como “visitante” de su ex club: “El partido del domingo lo viviré contrariado. Me debo a este equipo y estaré contra el equipo con el que hace un año yo peleaba para devolverle la grandeza que nunca debió haber perdido”.

–A la distancia del año que ha pasado, ¿aún sostiene que hubo una especie de “golpe de estado” o un “complot” en su contra? ¿O simplemente fue su enfrentamiento personal con un juez (Carlos Tale)?
–No, yo pienso claramente que los hechos hablan por sí mismos. Hay un juez destituido y con un jury. Él era el que estaba al frente de la quiebra y con una convocatoria de acreedores que duró 15 años. Se fue un jugador (Pastore) que podría haber pagado la quiebra y lo dejaron ir. Había intereses económicos particulares fuera de la institución y vamos a seguir, no porque querramos regresar a Talleres, sino porque creo que es algo indebido ante los intereses que represento. Me veo en la obligación, como cualquier ciudadano, moral y cívicamente de denunciarlo y así lo hicimos. Hubo fue intereses en contra de los beneficios de la institución.

–¿Pero insiste en un complot?
–Cuando yo hice las presentaciones y sucedió lo del Fondo de Inversión dijeron que era un gerenciamiento encubierto. Yo no digo que es un gerenciamiento encubierto, es robo al descubierto. Porque está muy claro que tienen todos los derechos y ninguna obligación. Llevan los ingresos y no tienen la obligación de pagar absolutamente nada. Así, cualquiera... Nosotros tuvimos acceso al documento de ellos y pueden cobrar, cobrar, cobrar, administrar, administrar, administrar... De la quiebra no se hacen cargo de nada. Entonces, hoy por hoy, están igual que Granero (primer gerenciador) porque él no lo pagaba o lo hacía cada tres meses. Éstos, canon no han pagado. No encuentro la lógica de absolutamente nada. En obras, de fortalecer la institución, no han hecho absolutamente nada. No han comprado un sólo jugador y siguen administrando. Y el domingo, seguramente, habrá una taquilla de cientos de miles de pesos y siguen teniendo un presupuesto que lo cobran de los otros, de la venta de entradas, de la venta de camisetas y vendiendo todo lo que se pueda hacer y ellos son los que gastan y dicen cómo se paga. No ponen un solo peso. Hago una pregunta al público en general y, concretamente, a (Ernesto) Salum que es la persona que siempre da la cara de la Fundición (no es un error de tipeo, así lo dice Ahumada), la Fundición y ahora lo es de este Fondo Común, lo invito a un debate televisivo a que me demuestre con documentos concretos y me diga: ‘Mira Ahumada, acá están los comprobantes, los gastos que hicimos’. Le demuestro con papelitos, con declaraciones de la Afip, lo que gastamos. Hechos, no palabras.

–¿Usted está dispuesto a reclamar ese monto que viene diciendo?
–Sí, y lo vamos a hacer como lo vengo diciendo siempre. Porque no nos dejaron terminar el proyecto y, sobre todo, porque no lo estoy dejando a Talleres, se lo están quedando Salum y sus secuaces. Por eso no dejé las cosas que yo había comprado para Talleres (en el inventario asentado en la Justicia figuraban hasta las cucharas plásticas de la pensión), porque siguen ellos manejando lo que no es suyo. ¿Para que lo administren ellos?

–Usted dijo que no se iba a llevar ni un tornillo y se llevó todo. Reclama más de 16 millones de pesos y quiere ser acreedor de Talleres. Es lógico que el hincha razone que usted levantó la carpa y se llevó todo.
–Entiendo que no todos los hinchas piensen así, me haya llevado algo o no. Reitero, no me llevé lo que correspondía de Talleres por faltar a mi palabra. Lo hice porque yo había hecho una inversión para un proyecto de nueve años. Y nos fuimos, por decisión del juez y del Fideicomiso que hoy sigue cobrando y viviendo de Talleres. Fueron Gustavo Eluani, Daniel Ruffener y Carlos Tale los que nos despojaron de Talleres, los que nos echaron. Y además querían quedarse con las cosas que habíamos comprado para Talleres. Yo a las cosas se las saqué de sus manos, de ellos, retiré lo que correspondía. Si yo hubiese terminado los nueve años, hubiese sido otro cantar. Pero se terminó el proyecto de manera arbitraria y fuimos despojados. Y fue por no dejarlos en las manos de estas personas que no me inspiran ningún respeto ni ninguna confianza. Las pocas cosas que se quedaron, te aseguro que ya no están.

–Y el domingo va a desear el triunfo de Juventud Unida.
–Por supuesto. Como profesional, represento a los intereses de esta institución. No quiere decir que el gran cariño y todo lo que he dicho por Talleres sea diferente. Emocionalmente es muy difícil, profesionalmente está muy claro cómo será.

–¿Cómo tomará alguna bandera, reproches o insultos en su contra por parte del hincha de Talleres?
–Somos una sociedad plural y democrática y no hay una persona que represente o dirija que todo el mundo lo apoye y esté de acuerdo con él. Y entonces, con una crítica más y la vida, el tiempo va decantando el lugar a cada quien.

–¿Está dispuesto a seguir dando pelea interna en Talleres?
–Concretamente, por las denuncias y el saqueo que han hecho en Talleres en los últimos 15 años. Creo que son las únicas que se han hecho ante la Fiscalía General y la Justicia. Todos hablan y hacen las denuncias, pero no aportan pruebas. De que se esclarezca todo, el único beneficiado es Talleres. No es Ahumada, nos es Salum, no es Granero, no es Dossetti. A quien dañaron y perjudicaron todas estas dirigencias que lo llevaron a la quiebra es a Talleres, no es a otra persona.

–Y a usted le toca cargar una mochila, como que Talleres se haya ido al Argentino A.
–Es la parte que me toca. Si puntos, no recuerdo bien... pero yo estuve 18 meses y a Granero también 18 meses. En porcentajes no tengo bien la precisión. Y sacamos el 50 y pico de puntos que teníamos que haber sacado y Granero el veinti tanto. Nosotros asumimos el reto y no eludimos nuestra responsabilidad. De no haber alcanzado el objetivo en el segundo año, en el primero lo alcanzamos... Agarramos un enfermo, deportivamente, terminal y lo tratamos de recuperar. Lamentablemente, en el segundo año no pudimos. Hubo tropiezos con cambios de técnicos y la situación era tan crítica que no dio para salvarse. Nosotros asumimos la parte que nos corresponde en nuestra responsabilidad que es el descenso de Talleres. Sin embargo no fue la mayor, ni la más importante.

–¿El del domingo sólo será un partido de fútbol?
–Pues claro, es sólo futból. Y nos vamos a enfrentar dos o tres veces más. Vamos a disfrutar del partido del domingo.

–¿Y si asciende a Juventud Unida le dirá a los hinchas de Talleres “ustedes se lo perdieron”?
–Nooo, para nada, jamás. Sólo quiero ver a Talleres pronto, no en el Nacional B, sino en Primera. Para mí es un anhelo frustrado que no pude lograr.

La historia fue así


Quiebra. El 28 de diciembre de 2004 el juez Carlos Tale le dictó la quiebra al club. El presidente era Carlos Dossetti.
Fideicomiso. En ese momento, al manejo de Talleres lo tomó el fideicomiso, órgano que lo integraron José Preve, Jorge Nasser y Mario Sarrá.
Gerenciamiento I. En 2005, Carlos Granero fue el único que compró el pliego de licitación bajo el nombre de Ateliers y ayudado por capitales franceses (por eso el nombre Ateliers: “Talleres”, en francés). 15 mil pesos le salió la inversión. Vendió la S.A. a Carlos Ahumada en 2 millones de pesos.
Gerenciamiento II. Ahumada le compró las acciones de Ateliers a Granero en enero de 2008. Casi no se había cancelado nada del pasivo de más de 30 millones de pesos.
Cuestionado. Su pasado de prisión en México y las sospechas entorno a los orígenes de su dinero, pusieron en la mira a Ahumada. En sus primeros meses de gestión salvó la categoría en una Reválida (ante Racing) con Ángel Comizzo como DT y con un interinato de Humbertito Grondona.
Custión de imagen. Rápidamente, Ahumada empezó con obras. Su eslogan fue “Hechos, no palabras”. Remodeló la Boutique y refuncionalizó el predio de las 24 hectáreas. Al mismo tiempo, se generaron diferencias con el fideicomiso (ya sin Preve, sin Nasser y sin Sarra y con Gustavo Eluani y Daniel Ruffener, más Fernando Albareda como asesor deportivo) y Tale.
Enfrentamientos. Mientras el equipo iba camino al descenso al Argentino A, algo que se consumo el 13 de junio de 2009, el clima legal se puso espeso. Ahumada recusó a Tale y éste, a su vez, solicitó el fin de la concesión de Ateliers por incumplimiento en ítems del contrato, como por ejemplo: generar nuevas deudas a través de despidos de empleados.
Desenlace. Por esos motivos, el 8 de setiembre de 2009, Tale dio por finalizado el gerenciamiento de Ateliers. Ahumada apeló, pero no cambió el fallo. Luego se llevó bienes muebles del club. Un mes después, Tale fue removido de su cargo por aquella recusación, en la cual Ahumada marcó la ilegalidad de un viaje que hizo el magistrado para ver las instalaciones del Pachuca, club del cual formaba parte Andrés Fassi. Este exitoso empresario cordobés fue acercado por los miembros de la Fundación Azul y Blanco para administrar a Talleres bajo una figura que no era la del gerenciamiento. Desde entonces, la Fundación primero y luego el Fondo de Inversión colaboran con el fideicomiso para administrar a la T.
A San Luis. Sin chances de regreso a Talleres, Ahumada tomó el gerenciamiento de Juventud Unida Universitario. Mañana estará en el Estadio Córdoba.