Talleres. Héctor Arzubialde se puso al frente. El arquero, su prioridad.

Queda claro que el llamado lo tomó por sorpresa. "Cuando se comunicaron conmigo, estaba jugando en el patio de casa con mi hijo. No esperaba conseguir trabajo tan rápido y menos en Talleres, que tenía técnico y entrenamientos en marcha. Pero no dudé y acepté de inmediato", aseguró Héctor Arzubialde, flamante DT albiazul en reemplazo de Andrés Rebottaro, cuyo portazo todavía retumba.

Queda claro también que Arzubialde no arruga en las difíciles. En 2005, el club todavía tambaleaba por el cimbronazo del descenso y la quiebra, y tomó el equipo con el riesgo de bajar más aún de categoría. Y lo sacó a flote. Ahora volvió a un Talleres desesperado por escaparle al Argentino A y envuelto en presiones.

Y puso manos a la obra. Ayer lo presentó Ernesto Salum en el predio de las 24 hectáreas, condujo su primera práctica y dejó un diagnóstico. "Encontré un club organizado y preparándose para pelear por el objetivo de ascender, con todo en orden para ponernos a trabajar. Conozco a esta gente y se de su seriedad, por lo que lo económico será un problema menos", destacó Arzu.

–Venías sonando desde hace tiempo en barrio Jardín…
–Sabía que en algún momento iba a regresar. Se dio ahora, en otra categoría, pero el objetivo es recuperar el prestigio perdido y para eso hay que olvidarse de la historia. No hay que hablar de lo que pasó, de lo que no fue y lo que no se hizo. Debemos trabajar en el día a día con inteligencia para saber abstraerse de lo que es el mundo Talleres.

–Volvés con más horas de vuelo como técnico.
–Pasaron cinco años de mi ciclo anterior y uno va tomando experiencia, aunque hay veces que la experiencia no garantiza logros. Yo creo mucho en la formación de buenos grupos humanos, con jugadores inteligentes y de personalidad para saber sobrellevar la presión que sentiremos todos.

–¿Cómo convivirán con esa presión?
–Cada uno intenta manejarla como puede. Hace falta tranquilidad y personalidad, porque la presión no nos debe superar ni sacarnos del objetivo. Todos sienten la ansiedad de sacar a Talleres de un lugar en el que no merece estar, pero la realidad es que hoy estamos aquí y no podemos acelerar los tiempos

Mira y pide. "Hay que terminar de delinear el plantel. Esta semana será una etapa de evaluación y más allá de eso, debemos reforzar posiciones puntuales y con urgencia, como en el caso del arquero. Tenemos tiempo pero no hay que dormirse", manifestó el ex zaguero, que tampoco terminó de armar su cuerpo de colaboradores. "Como preparador físico estarán mi hermano Carlos y otro PF, Martín Audano. Al ayudante de campo lo estoy evaluando y Gustavo Irusta seguirá como preparador de arqueros", detalló.

–¿Con qué plantel te encontraste?
–A Talleres lo vi en los partidos televisados de la temporada pasada y una vez fui de Jujuy a Salta, cuando visitó a Antoniana. De mi parte sería desubicado hablar para atrás. Lo que tengo que hacer ahora es mirar para adelante, recuperar a jugadores lesionados que son importantes y comenzar a verter conceptos futbolísticos porque en 15 días se viene el primer compromiso que es la Copa Córdoba.

–¿Cómo será el Talleres de Arzubialde?
–Me gustan los equipos equilibrados en todo sentido, en lo táctico y en lo anímico. Y de buen juego. Más allá de tener mis preferencias, no me ato a ningún esquema.

–¿Cuándo y dónde se realizará la pretemporada?
–Estamos diagramando cuál es el mejor momento, tal vez sea entre los tres partidos de la Copa. Y lo más probable es que la hagamos en Córdoba por los campos de juego, aunque a los del predio hay que mejorarlos.

–Desde que te fuiste de Alumni en 2007, ¿cambió mucho el Torneo Argentino A?
–Es cada vez más competitivo, algunos lo subestiman y ése es el peor error. Lo que menos podemos hacer es pensar que lo vamos a ganar con facilidad. Arrancamos de cero un torneo muy complicado y somos todos indios, por eso debemos adoptar un perfil de trabajo hacia adentro y así poder tirar la chapa encima en determinados momentos.

Rebottaro aclaró muy poquitito. Muchos de los jugadores no salen de su asombro por la abrupta salida de Andrés Rebottaro y se quedaron con las ganas de que el DT les diera una explicación. De todos modos, ninguno se creyó lo de los "motivos personales" mencionados la semana pasada.

"Fue una decisión meditada y por un cúmulo de situaciones, como la demora en la llegada de los refuerzos", explicó Tito ayer en diálogo con Radio Impacto. También dejó entrever que no estaba de acuerdo con la participación en la Copa Córdoba con un plantel que todavía no está completo.

Otra cuestión que molestó al Bigotón fue escuchar críticas hacia su preparador físico, Carlos Orbea, sobre todo en cuanto al trato hacia los jugadores (algunos sostienen que era por demás exigente).

Y al parecer la relación con el Fondo de Inversión empeoró porque en las tratativas por Maximiliano Antonelli, delantero de Libertad, intervino un allegado al conflictivo representante del entrenador.