Hasta que el juez Saúl Silvestre no resuelva sobre la instrumentación del fondo de inversión que solventará a los refuerzos de Talleres, el mundo albiazul seguirá cargada de confusión, plagada de capítulos impredecibles. La llegada de Juan Pablo Rezzónico dejó en evidencia que las aguas no están calmas en barrio Jardín, y todo parece indicar que existe una puja de poder entre el órgano fiduciario y los potenciales inversores, y el arribo del defensor parece una muestra de fuerzas.

Es que Rezzónico llegó de la mano del fideicomiso, y sin consultar a las caras visibles del fondo de inversión. Esta cuestión va en contramano de la polémica que se suscitó cuando el titular de la Fundación Azul y Blanco, Ernesto Salum, decidió no aprobar la incorporación del defensor Ramiro Fassi. Fassi tenía todo acordado con el órgano de contralor, sin embargo, no logró desembarcar.

El frente del fideicomiso quedó debilitado por ese asunto, al punto que el colaborador Nicolás Martínez Dalke sigue expuesto a la voluntad de algunos inversores que no lo quieren en el proyecto. Asimismo, en represalia a esa compulsa, el órgano fiduciario avanzó y cerró con Rezzónico, quien será solventado con recursos del club.

¿Qué dicen desde el fondo? “Es necesario que de manera urgente el juez habilite el fondo, porque si no, cada parte habla con los refuerzos y sólo conseguimos problemas. No hay un mismo canal, y eso puede ser perjudicial”, dijeron desde el fondo. ¿Y Andrés Rebottaro? El DT albiazul ya dio muestras de enojo por cómo viene sucediendo la historia, y hasta incluso, algunos de sus más cercanos allegado aducen que no es factible asegurar su continuidad. ¿Cuándo se expide el juez para legitimar al fondo? Sería esta semana, probablemente mañana o el viernes, siempre y cuando el magistrado apruebe las correcciones que impusieron desde los inversionistas.