Se complicó la posibilidad de retener al arquero. Fassi finalmente no jugará en la “T”.

La idea de retener a Matías Giordano puede transformarse en una odisea para Talleres y para el propio arquero.

Los fideicomisarios y los integrantes del Fondo de Inversión que pretende ser legitimados por la Justicia lo quieren. Si estos últimos obtienen el visto bueno del juez Silvestre, se le hará una oferta de compra del pase, el que fue tasado en 160 mil dólares.

Si no se aprueba el auxilio económico, el fideicomiso propondrá renovar el préstamo.

Pero, además de la posibilidad de no saber cuáles serán sus reales interlocutores hasta que el juez se expida, otro tanto podría sucederle con los “capos” de Comunicaciones, el club dueño de su ficha.

El club está quebrado y, como Talleres, está administrado judicialmente. Pero el gremio de Camioneros –que maneja Pablo Moyano– depositó en garantía cuatro millones de pesos para hacerse cargo del “salvataje” de la entidad. ¿Quién negociará por Comunicaciones? ¿O harán que Giordano regrese?

Se fue Fassi y hubo mar de fondo. “Si no pasa todo por Salum, él va a abortar cualquier cosa”, disparó el colaborador del fideicomiso Nicolás Martínez Dalke contra el integrante del Fondo de Inversión y titular de la Fundación Azul y Blanco, que objetó la llegada de Ramiro Fassi. La Fundación desmintió diferencias entre sus miembros, aunque Dalke lo era hasta hace días.