Talleres abonó el mes de abril al plantel con reservas laborales logradas con la rescisión del contrato de Quiroga. De esta manera, se frustró el cuarto proyecto de distribución.

El cuarto proyecto de distribución para los acreedores esperará. Talleres tiene prioridades más urgentes. El monto que recibió el fideicomiso en febrero, por la rescisión del contrato de Matías Quiroga, y otros recursos, serán empleados para afrontar el saldo negativo del ejercicio económico de abril, mayo y junio, para estar al día con el plantel. De esta manera, es un retroceso ante el pasivo de 26 millones de pesos.

De acuerdo al expediente, las reservas laborales que el órgano fiduciario solicitó al juez de la quiebra Saúl Silvestre, serían de 575 mil pesos. El plantel ya cobró abril, y podría cubrirse también saldos de mayo y junio. La partida de Quiroga a Colo Colo de Chile le dejó a Talleres unos 600 mil pesos para elaborar el cuarto proyecto de distribución.

Ya los gastos de noviembre de 2009 fueron cancelados con reservas laborales, cubiertos con el dinero por Quiroga.

En el marco del proceso de quiebra, la erogación representa un retroceso, y todavía no fueron cancelados los dos meses que restan para el inicio de la competencia.

El fideicomiso argumenta que la temprana eliminación del torneo tuvo su implicancia en las arcas, ya que en el duelo ante Desamparados, en la última fecha, apenas se recaudaron 50 mil pesos, muy lejos de los 500 mil que proyectaban si el elenco albiazul llegaba con chances de clasificar a semifinales. Además, explica que habrá ingresos genuinos con el cuadrangular con Racing, Instituto y Estudiantes de Río Cuarto, en julio, que serán para solventar otras obligaciones.

Esto desnuda la necesidad de generar un nuevo sistema económico para solventar los gastos de la próxima temporada, y en barrio Jardín esperan que Silvestre apruebe la creación del fondo de inversión para obtener recursos para la llegada de refuerzos. Esta semana habría novedades, ya que el juez tendría las garantías de los inversores para apostar en los tres años que restan antes de 2014, fecha límite para levantar el pasivo y devolver el club a los socios.