Al margen de su presidente, la Fundación Azul y Blanco gestiona proyectos ante el juez Silvestre. Planean juntar 1.800.000 pesos

El movimiento que por estos días Talleres no tiene en la cancha lo despliega en el despacho de Saúl Silvestre, el juez de la quiebra albiazul.

El jueves se reunieron con el magistrado los principales miembros de la Fundación Azul y Blanco –entre ellos Nicolás Martínez Dalke y Diego Bedacarratx– a quienes les dio la venia para que avancen en dos proyectos de relevancia.

Las iniciativas, independientes de la constitución del fondo de inversión que impulsa el todavía presidente de la ONG Ernesto Salum y que el magistrado tiene en análisis, se vinculan con la campaña de socios “Centenario” y con la creación de unas ocho subcomisiones.

La campaña, que arrancaría en los primeros días de junio, le permitirá a los primeros mil interesados asociarse por siete semestres pagando seis durante las tres próximas temporadas. Con el pago de su platea (1.800 pesos) el socio recibirá una casaca oficial con su número de carné inscripto y otros beneficios.

“De concretarse, el club tendrá un ingreso genuino de 1.800.000 mil pesos, con los que se solventaría la campaña del plantel en el Argentino A”, comentó Bedacarratx a Mundo D.

Respecto a las subcomisiones, a fines de la semana próxima se realizará un llamado abierto para los socios que deseen integrarlas. “No habrá exclusiones. Queremos un club abierto y con la mayor participación. Talleres no puede conducirse con tan poca gente”, agregó Bedacarratx.

Salum sigue. Hasta que el juez Silvestre no acepte la creación del Fondo de Inversión, Ernesto Salum seguirá al frente de la Fundación Azul y Blanco.