Pensando en la próxima temporada, consumada la permanencia en el Argentino A, el ex gerenciador de Talleres, Carlos Ahumada, quien ahora cumple el mismo rol en Juventud Unida de San Luis, planea armar al próximo plantel con tres futbolistas que arribaron de su mano a barrio Jardín. Los elegidos son el arquero Matías Giordano, el volante Miguel Monay y el delantero Damián Solferino.

La prioridad de compra es para el fideicomiso albiazul, de acuerdo a los plazos del convenio firmado, aunque con una suma muy elevada. Por Solferino, por ejemplo, debería abonar 450 mil dólares a Argentino de Quilmes, aunque los propios dirigentes manifestaron que están dispuestos a ceder en lo económico para sellar un acuerdo. Por Giordano, cuyo pase pertenece a Comunicaciones, hay que desembolsar 160 mil dólares, y por Monay, a Defensa y Justicia habría que retribuirle una cifra superior a los 200 mil de la misma moneda. La Fundación Azul y Blanco dio a entender que intentaría retener o adquirir a esos jugadores.

Asimismo, para la empresa “Promotora Deportiva”, que tiene acciones en Ateliers, una vez que caduque el plazo para el fideicomiso, existe otra opción de compra, considerablemente más baja. Trascendió que Ahumada intentaría hacerse de los derechos económicos de los tres futbolistas en cuestión, haciendo valer la erogación realizada por el cargo de los préstamos en los tres casos, aunque eso no signifique que fichen en Juventud Unida. El año pasado, el órgano fiduciario detectó esas opciones de compra paralelas, y denunció penalmente a la concesionaria. Hasta ahora no hubo resolución. Desde la empresa aseguran que los procedimientos celebrados no están fuera de la ley.