La “T” volvió a ganarle a Alumni. El 2-0 de ayer se sostuvo con los tantos de Lussenhoff y Solferino y los reflejos de Giordano, que fue el héroe al atajar un penal. La visita mereció más.

Esa extraña sensación de haber vivido antes una determinada situación es llamada por los franceses déjà vu, que quiere decir "ya visto". Es el momento en el que gobierna la impresión desconcertante de conocer esa situación, de la cual se desconoce la razón.

Igualmente, la sensación de lo ya visto fue la que quedó flotando en el Chateau. En el repaso de varios pasajes del partido, ganaban el parecido con el encuentro de ida entre Alumni y Talleres, jugado el 27 de setiembre, también en el Chateau Carreras un domingo a la tarde con una gran concurrencia. En ese mismo repaso, jugadores y miembros de la Fundación Azul y Blanco abonaron la creencia de que los jueces pitan mal sólo para Talleres.

El equipo albiazul, al igual que en ese partido de la primera rueda, volvió a vencer con muchísimas dificultades. Esta vez fue 2-0, pero antes de los goles, e inclusive con el 1-0 parcial, el juego (sobre todo el de Román Strada) y las mejores posibilidades para quebrar la paridad inicial fueron de Alumni, que volvió a mostrar la inocencia de antaño al dejar escapar su momento.

Volvió a contar con un penal a favor. Aquella vez Carlos Herrera tiró arriba la bola que le hubiera dado un 2-2, ayer Matías Giordano le detuvo el tiro a Nahuel Caler, cuando el partido estaba 1-0.

Los goleadores Federico Lussenhoff y Damián Solferino fueron las referencias distintivas que presentó este nuevo triunfo. Pero la más gravitante de ellas fue la actuación de Giordano, quien además del penal tuvo cuatro tapadas brillantes y logró que la gente coreara su nombre. Algo también "ya visto"

Lo que emparenta a esta victoria con la anterior es que tuvo una gran repercusión en la tabla y en el cambio de escenario. Los tres puntos conseguidos en ambas oportunidades encaminaron a Talleres hacia arriba. Hoy por caso, está segundo y con chances de clasificarse.

En cuanto al Chateau, aquel partido fue una prueba perfecta para el regreso al Chateau, el que se dio ante Central Córdoba, tras jugar una temporada y media en la Boutique. El de ayer fue el cuarto triunfo como local.

“Una mano negra”. Después de San Giordano y los festejos con los hinchas, varios jugadores plantearon su disconformidad con el arbitraje de ayer de Esteban Nasier y lo proyectaron a otras instancias. “Sufrimos porque en el primer tiempo jugamos mal. En el segundo fue por el que lleva el pito. Con estos arbitrajes, si clasificamos no tenemos chance”, dijo Lussenhoff. “No hubo penal de Cosaro”, agregó Galarraga.

Luego, Ernesto Salum, el titular de la Fundación, manifestó su preocupación en otro frente “Me llamaron del Consejo Federal para decirme que Talleres tiene 24 amonestaciones. Una más lo dejará expuesto a la quita. Hay una mano negra”, disparó Salum.

Salum no dio nombres pero vinculó a las supuestas malas influencias con los escraches que el fideicomiso y la Fundación vienen padeciendo. “Pido a los hinchas la mayor compostura, ya que alguien está jugándole en contra a Talleres”, añadió. Hace poco se relacionó a Ateliers con los incidentes en San Luis. Pero en la Justicia la única denuncia fue de la ex concesionaria pidiéndole precisiones al DT Roberto Saporiti.