Fassi anunció la retirada de Pachuca para conducir a Talleres, argumentando “inestabilidad jurídica”. De paso, criticó a la prensa, defendió al juez y dejó entrever que le gustaría conducir al club en carácter personal, en el futuro.

“Con mucha tristeza y dolor, tengo que anunciar que la reciente inestabilidad jurídica y política posibilitó que el proyecto de Pachuca sea incompatible con el de la realidad de Talleres. La propuesta queda sin efecto. Con las resoluciones del jueves pasado en la Cámara, la cancha está embarrada. No vinimos a confrontar, queríamos hacer un Talleres grande, pero no lo pudimos lograr”. Con esta frase, el empresario cordobés Andrés Fassi le bajó la cortina a las aspiraciones de Pachuca de desembarcar en Talleres. En la conferencia, el “Zorro” estuvo acompañado del titular de la Fundación Azul y Blanco Ernesto Salum, y los abogados Luis Calvimonte y Guillermo Carena. Pero, además, dejó a consideración que en carácter personal le gustaría reflotar su proyecto en barrio Jardín “cuando haya estabilidad judicial y el campo esté limpio”, y se refirió con duros cuestionamientos a la prensa.”

“En 100 horas que estuve en Córdoba, no hablé ni un solo minuto de fútbol. Yo nací para trabajar. Para construir cuenten conmigo, pero nunca para destruir. La cancha está embarrada, no nací con tapones altos. Acá se faltó a la honestidad, al compromiso, y la prensa también tiene responsabilidad. Al sistema lo hacemos entre todos”, contó Fassi, quien dejó en claro que sueña con cumplir ese anhelo en un futuro: “Pachuca no va a venir. Pedimos pocas cosas, no solicitamos mucho, solo un poco de seguridad, pero no fue posible. No quiero comprometer a Pachuca. Por eso dejé un escrito en el juzgado explicando nuestra postura, y en lo personal, si en un futuro la cancha queda limpia y hay seguridad jurídica, me gustaría junto a inversores cordobeses darle forma al proyecto que lamentablemente hoy no pudo ser. Me pongo a disposición”.

Y defendió a Tale: “Me duele la forma en que fue tratado el juez. Me sorprende que la prensa no lo haya defendido. Tuvo en sus manos una decisión trascendental después de las experiencias negativas de los gerenciamientos, y no lo dejaron trabajar”. Después agregó: “Seguramente pecamos de inocencia, y gracias a Dios que así fue, porque tengo en mis raíces los valores necesarios que necesita Talleres para que se reconstruya. La prensa debe asumir la responsabilidad. Pensamos con poca mentalidad. Es una vergüenza la cantidad de gente honesta y trabajadora que se pierde sin este proyecto”.

Fassi a su vez no dio un panorama alentador: “En la final del ’77 ante Independiente, el presidente Amadeo Nuccettelli dijo: “Con esta derrota, retrocedimos 30 años. Hoy (por ayer), tengo la sensación de que volvimos a retroceder 30 años más”.

Una vez más el convulsionado ambiente albiazul plantea un nuevo escenario de dudas. Y lo que viene en el horizonte es más impredecible todavía, pero la sensación de erupción siempre está latente en barrio Jardín.

Y ahora, ¿cómo sigue? Predecir los movimientos institucionales de Talleres es hacer ciencia ficción. La causa sigue por caminos intrépidos y con desenlaces impredecibles. Por lo pronto, judicialmente hablando, en estos días el juez Carlos Tale deberá hacer su descargo con respecto a la investigación interna que le realizó el Tribunal Superior de Justicia, por el viaje a México para conocer Pachuca. Agobiado por denuncias y pedidos de Jury, el magistrado salió ileso en varias oportunidades, y ahora parece afrontar el camino más tormentoso dentro del proceso, que sumado a otras acusaciones que buscan su destitución, ponen en juego su participación en la causa.

Asimismo, el fideicomiso permanecerá en la conducción de la entidad de barrio Jardín, acompañado por la Fundación Azul y Blanco, al menos hasta diciembre. La intriga desalienta a probables inversores, y por eso nadie imagina qué puede ocurrir más allá de fin de año. La espera por las resoluciones de la Cámara por la casación y la apelación mantienen en vilo a todos, por eso los interrogantes dominan en este contexto. Seguramente en los próximos días, ocurrirán nuevos capítulos que esclarecerán o entorpecerán el ambiente. Es cuestión de esperar.

Para Salum, se dejó pasar una chance histórica. Con signos de resignación, el titular de la Fundación Ernesto Salum dio su parecer de la situación: “Dejamos pasar una gran chance para salvar a Talleres, una oportunidad histórica. Espero que los que se opusieron a Pachuca hagan las cosas bien, la historia los juzgará”.

Asimismo, remarcó que la Fundación seguirá participando: “No vamos a bajar los brazos. Dimos la palabra y vamos a cumplir. Nosotros no denunciamos a nadie. En dos meses de gestión pusimos al día al plantel, afrontamos 600 mil pesos para pagar deudas. Dejamos al club ordenado”.

“En lo personal, se gana y se pierde” -agregó Salum-. “Me duele por Talleres, y que esto haya fracasado, teniendo a Fassi, uno de los más exitosos del mundo en gestión deportiva. Hicimos las cosas bien, estamos cansados de las promesas, y espero que los que se hagan cargo, asuman las responsabilidades”.