Talleres empató 1-1 y sigue cerca. Solferino volvió a marcar ¿Lo malo? Se quedó en el final.

El 1-1 contra Sportivo Desamparados, en el complicado Serpentario de San Juan, dejó en Talleres señales positivas, otras negativas y mucha bronca contra el árbitro Federico Presa.

El buen juego del primer tiempo y el momento que atraviesa el goleador Damián Solferino (cuatro goles en los últimos tres partidos) son los puntos destacados.

Además de la prueba de carácter de varios pibes como Guillermo Cosaro, que a la par de sus compañeros, metieron todo para ganar.

Sin embargo, no fue suficiente. El déficit de la "T" fue que se conformó demasiado pronto con la ventaja y lo pagó al final, con un nuevo error de desconcentración para resolver una jugada de pelota parada. En medio de todo, fue general el disconformismo hacia el árbitro marplatense, que repartió 14 tarjetas amarillas (incluidas las dos al expulsado Edgardo Galíndez, quien lo cuestionó duramente).

Damián Solferino bien podría ser rebautizado como "Golferino". El delantero, que se cansó de hacer goles en los barrios porteños, ahora los grita por el país. Ayer, a la primera que tuvo, la mandó a guardar. Con él, Talleres tiene la tranquilidad de contar con un artillero que lleva al gol como parte de su identidad. "Faltó volver a golpear. Lo hicimos en la primera que tuvimos. Les llegábamos por las bandas. Nos faltó golpear y lo pagamos caro", contó el autor del gol de la "T".

Por la expresión de su rostro, a Solferino le dolían los dos puntos que se perdieron sobre el final. "Se nos escapó en una pelota parada. Nos quedamos mirando, tiraron el centro y nos cabeceó solo. El resultado y el hombre de menos nos llevaron a meternos atrás. Pero la idea era buscar el 2-0 y manejar la pelota. El juez nos condicionó con muchas amarillas", dijo Solferino

El DT Roberto Saporiti también se quejó del arbitraje y consideró clave la expulsión de Galíndez. Consultado por la variante de Aballay por Díaz, "el Sapo" la justificó en que el equipo había perdido la pelota y pensó en fortalecerse desde la defensa.

"Pensé ese cambio para liberar a los volantes de afuera y que, con la línea de cuatro, habría más juego. La expulsión me condicionó y me privó de hacer un cambio. No recuerdo que a un equipo le saquen ocho amarillas, con una expulsión", sostuvo el DT.

Asimismo, Saporiti le dio méritos al rival. "Desamparados jugó muy bien el segundo tiempo; si tuviera un campo en buenas condiciones, podría jugar aún mejor", cerró el entrenador albiazul.