El juez Tale dio por terminada la concesión de Ateliers y puso en funciones nuevamente al fideicomiso por un mínimo de "tres años". Ahumada quiere seguir.

La mañana gélida no había minado el ánimo de los jugadores de Talleres. “Ganamos. Por fin una semana tranquila”, decían los miembros del equipo, mientras llegaban a la Boutique. Hasta Roberto Saporiti alcanzó a esbozar una sonrisa, cuando entró a su vestuario.

Segundos después, la cancha se llenó de policías y de oficiales de justicia para llevar a cabo lo que de puño y letra había firmado el juez Carlos Tale en su sentencia 491: el fin de la concesión de Ateliers y la recuperación de la administración del club por parte del fideicomiso de Talleres integrado por el contador Gustavo Eluani y Walter Ruffener, por tres años

Los funcionarios mencionados llegaron a la cancha y antes de empezar el inventario de los muebles y útiles, pusieron al tanto al DT (ver “Por ahora...”). “Vinimos a recuperar la tenencia del club. Los bienes que fueron dados a Ateliers, cuando se acordó el contrato de concesión, a fines de 2005. Todo sigue igual en lo deportivo. No hay por qué cambiar”, dijo Eluani.

Sin embargo, en la escenografía del desalojo a Carlos Ahumada, aparecieron varios ex empleados echados por Ateliers como Damián Castro (administrativo), Víctor Bustos (ex jefe de seguridad del club) y Fernando Albareda (ex coordinador del plantel y ahora asesor deportivo del fideicomiso), quienes fueron puestos de nuevo en funciones por el fideicomiso. “Falta que vuelva Antonio Fauro”, diría más tarde Ahumada, en relación al histórico gerente del club que el despidió el año pasado.

El mismo operativo se dio en la sede, la pensión y el predio. Y en todos los inmuebles de Talleres cambiaron cerraduras y candados. “Esto no nos sorprende, porque estaba previsto”, dijo Eluani. “El convenio cesó su vigencia a la medianoche del 20 de junio de 2009”, dice la resolución.

El juez tenía previsto prescindir de Ateliers una vez que finalizara la participación de Talleres en la B Nacional y debió postergarla hasta que la Cámara resolviera la apelación a aquel pedido de prórroga anticipado hasta el 2014 denegado por el juez y apelado por la SA.

La Cámara avaló al juez hace dos semanas y el juez Tale no dejó seguir el gerenciamiento, más allá de los tres primeros años.

Ahumada: “No claudicaré”. Ateliers puede apelar la resolución ante el mismo juez o ir a la Cámara o al Tribunal Superior. O bien mejorar su propuesta de cancelación del pasivo. “No fue de personas dignas, lo que pasó. Pero si Tale y el fideicomiso creen que es lo mejor, tal vez sea así. Lo veremos. No claudicaré. No es cierto que deba. Hechos, no palabras. Volvimos a la cancha, al predio. ¿Cuantas canchas hizo el fideicomiso?”, dijo Ahumada ayer por la tarde.