El volante manifiestó que es un “reto especial” formar parte de Talleres en su objetivo de retornar a la B Nacional.

“¿Hola? No soy Anívole, se fue a hacer las compras y dejó su celular. Llamalo en una hora a ese intruso”. Las frases corresponden al arquero de Talleres, Matías Giordano, quien comparte el cuarto con el flamante refuerzo Ignacio Anívole. Y el ex volante de Huracán, Ferro y Cienciano de Perú aclaró su sobrenombre de usurpador: “No hay que hacerle caso. Lo que pasó fue que yo llegué a Córdoba el sábado a la noche, y me metieron en su habitación. Giordano estaba en San Francisco en el amistoso, y cuando entró, me vio acostado y se pegó un susto bárbaro. Pensaba que estaba por robarle”, dijo riendo Anívole a LA MAÑANA.

- ¿Por qué elegiste Talleres?
- Tenía otras ofertas, pero me sedujo más venir a Córdoba. Incluso me llamaron de la B Nacional. Aunque después, poniendo las cosas en la balanza, elegí Talleres porque es un club grande, por más que haya descendido.

- No llegaste con mucho tiempo, por lo que deberás pelearla para jugar...
- Como en todos lados, en ningún club te aseguran la titularidad. Acá hay que pelearla todos los días, es un examen en cada entrenamiento. Yo vengo a ganarme un lugar y la confianza del técnico y de mis compañeras.

- Por más que Talleres se encuentre en transición, la gente va a exigir resultados...
- Lógico, eso sucede en todos los clubes grandes. Talleres es uno de los más importantes de la categoría. El Argentino A es un campeonato difícil, y nuestro objetivo es precisamente devolverlo a la categoría que merece.

- ¿Cuál es tu objetivo?
- Como el de todos los que vestimos esta camiseta: salir campeón. Es un reto especial, un desafío, y tenemos la posibilidad de revertir esto, quedando en la historia de la institución. El grupo está compuesto por mayoría de juveniles, más algunos de experiencia como (Federico) Lussenhoff, y ésa es la base. Vine con expectativas y las quiero lograr.

Monay llega, Solferino no. De cara al inicio del certamen, este domingo en barrio Jardín ante Juventud Unida Universitario de San Luis (hoy el Consejo Federal lo hará oficial y sería a las 16), Talleres podrá contar con el volante Miguel Monay, quien se recuperó de un esguince de tobillo derecho. No obstante, al margen quedó el atacante Damián Solferino, quien tendrá para dos semanas de inactividad por un microdesgarro en el gemelo derecho. Entre algodones continúan Fernando Sanjurjo y Leonardo Secondi, con microdesgarros en sus muslos.

Pensando en el debut, el DT Roberto Saporiti realizará mañana práctica formal de fútbol, en busca de delinear el equipo.

Ahora se queda. El volante Julio Buffarini se quedaría en Talleres, ya que no irá a Quilmes, pese a que la entidad “Cervecera” ofreció un préstamo con cargo. Además, el fideicomiso sigue negociando con Newell’s por una mayor opción de compra en el préstamo de Matías Quiroga.