Talleres volvió a perder y mantener su lugar en la B Nacional parece utópico. La “T” fue goleado 4 a 1 por Atlético Tucumán, que logró el ascenso a Primera. El partido fue suspendido a 15 minutos del final para evitar la invasión del público albiazul.

Talleres no puede y se hunde. En la Boutique, fue vapuleado 4 a 1 por Atlético Tucumán, que sacó pasaje a la Primera División. Mientras la angustia cubrió a todo barrio Jardín al punto de la resignación, ya que sólo una hazaña podrá salvar al equipo albiazul del descenso. Pese a que hay una luz de esperanza, y las matemáticas le siguen dando algo de vida, pero al no depender de si mismo, el conjunto que dirige Roberto Saporiti acortó considerablemente su margen y la continuidad en la B Nacional es utópica.

El partido puede diferenciarse claramente en dos segmentos, y el punto de inflexión fue la expulsión del goleador Luis Salmerón, a los 24 minutos del primer tiempo. Porque hasta ese entonces, Talleres era superior, ganaba cómodamente el duelo, y se encontraba entero anímicamente. La roja al delantero cambió el panorama. Atlético Tucumán hizo circular el balón, y puso en cancha toda su jerarquía para no sólo dar vuelta el tanteador, sino para lucirse y coronar la goleada con el ascenso a Primera, a dos fechas de la culminación del certamen.

En los papeles, la táctica de Saporiti, de no dejar recibir a los jugadores pensantes del elenco visitante, presionando en campo ajeno, le dio sus réditos. Porque Matías García y Juan Pablo Pereyra fueron anulados, los carrileros siempre estuvieron perseguidos en cada una de sus subidas, y Luis Rodríguez pasaba desapercibido. Por eso no llamó la atención la apertura del marcador para el local. A los 5 minutos, Emmanuel Fernandes Francou tuvo su revancha instantánea (en la jugada anterior Carlos Ischuk le sacó al corner una pelota increíble), y de ese centro, aprovechó un rebote, tras un remate de Gastón Stang en el travesaño, y abrió la cuenta, de cabeza. Talleres seguía enchufado y fue por más. Pero la tarjeta roja al “Pupi” obligó a un replanteo táctico, y el “Decano” lo aprovechó. Sacó su chapa, su oficio, y lo ganó categóricamente. La “Pulguita” Rodríguez anotó el empate con un disparo desde afuera del área, a los 34´ y la suerte cambió en su favor.

Era cuestión de esperar. Con el ingreso de Roberto Moreira Aldana (al inicio del complemento), Saporiti buscó mayor presencia ofensiva, jugado al todo por el todo. Pero la ilusión duró dos minutos, porque Pereyra aprovechó un contragolpe letal y puso el 2-1. Y después, Juan Manuel Asconzábal y Sergio Dematei sellaron el triunfo, que le dio como premio el ascenso. Por contrapartida, el resultado fue mucho castigo para Talleres, y su gente, la gran parte se resignó y dejó el estadio en silencio, mientras que una minoría no tuvo mejor idea que colgarse del alambrado y suspender el partido, a los 32 minutos. Un vestuario, el tucumano, festejó y cantó, con algarabía, y el otro, el de Talleres, apenas murmuraba. Las dos caras de la moneda.

TALLERES 1 / 4 ATL. TUCUMAN


Goles: PT 5m. Fernandes Francou (T); 32m. Rodríguez (AT). ST 2m. Pereyra (AT); 27m. Asconzábal (AT) y 29m. Montiglio (AT).
Cambios: PT 28m. Reynoso por Bressán (AT). ST Al inicio Moreira Aldana por Céliz (T); 10m. Buffarini por Martín Cabrera (T) y 13m. Sarría por García (AT).
Amonestados: En Talleres: Zermatten, Buffarini y Lussenhoff. En At. Tucumán: Asconzábal y Montiglio.
Expulsado: PT 24m. Salmerón (T).
Cancha: Talleres.
Arbitro: Jorge Baliño.
Incidencia: El encuentro fue suspendido a los 32 minutos del ST, en materia de prevención, ya que la Policía encontró huecos en el tejido del alambre en la popular, y se procedió con la suspensión para evitar invasiones de hinchas de Talleres.