La jueza de Control Ana María Lucero Offredi sobreseyó ayer a Carlos Tale, el magistrado que entiende en la quiebra de Talleres; al ex gerenciador Carlos Granero, y a los ex fiduciarios Mario Sarrá, José Preve y Jorge Nasser de los supuestos delitos de “falsedad ideológica” y “administración fraudulenta”, lo que les valió una doble imputación en diciembre pasado.

Los cargos estaban contenidos en dos denuncias penales que a fines de 2005 presentaron los ex presidentes de la “T” Miguel Srur y Egidio Heyd y el grupo de ex socios “la Causa”, que apuntaron al pliego licitatorio (confeccionado por los ex fiduciarios y aprobado por el juez) que le permitió a Ateliers SA ser la concesionaria. La firma era de Granero y en 2008 se la vendió a Carlos Ahumada.

“Se hizo justicia y después de una denuncia más que burda. Nos sometimos a un proceso y se dictó el sobreseimiento como se esperaba”, dijo el abogado de Tale, Juan Fernández Alé. Se espera que los denunciantes apelen el fallo de Lucero Offredi.

Pocas chances para Ahumada. Sobre el juez aún pesa un pedido de jury (de “la Causa”) que, según Alé, quedaría sin efecto. Ya con el panorama más claro, el juez continuará al frente de la quiebra. ¿Y Ahumada? Tendría pocas chances de seguir después de junio y el predio se vendería, según fuentes tribunalicias.