La pregunta es recurrente: ¿Cómo sigue Talleres ahora? Y las respuestas son tan inciertas como el desarrollo de este campeonato que está en la recta final y que pone los pelos de punta otra vez en barrio Jardín. Es que en Talleres volvieron los fantasmas. “A Cobelli lo echaste porque es un b…”, le habría dicho Cristian Zermattén al árbitro Cristian Faraoni cuando se discutía en la cancha la expulsión del delantero, a los ocho minutos del primer tiempo.

De esos fantasmas, algunos aseguran que Cobelli “no juega más en Talleres”. Desde la gerenciadora no escatiman en la posibilidad de una dura sanción o de separarlo del plantel. Es que algunos consideran que el goleador causó un irreparable perjuicio al equipo, cuando se juegan cosas muy delicadas, como un descenso. Por el momento, la información oficial es que no se tomará ninguna medida, aunque algunos la analizarían.

La dureza con que corren las versiones son proporcionales al estado de ánimo de mucho nerviosismo que hay por estas horas. “Me da lástima que el jugador no acepte lo que hizo y no reconozca porqué lo eché. Adentro de la cancha hubo compañeros suyos que nos dijeron que lo vieron, como Zermattén”, declaró ayer el árbitro Cristian Faraoni a Radio Impacto.

El juez aseguró que el Gordo incitó a la violencia y eso es roja directa: “Cobelli se agarra los testículos, hace gestos de dinero, se insulta con la gente. El asistente de ese lado lo trató de tranquilizar dos veces, pero el jugador siguió. Es incitación a la violencia y reglamentariamente son expulsiones directas”.

“Vamos contra todo”, dijo Luis Salmerón, quien dejo entrever que contra los árbitros también se juega. “Sebastián dice que no dijo nada y lo que pasa es que algunos árbitros están muy sensibles y dejan pasar muchas cosas. Entonces no tienen límite”, completó el Pupi.

Y Cobelli habló. Frente a todo esto, a todo lo dicho, el delantero de la T habló con Día a Día y juró que no hizo todo lo que se dice. “Tengo mucha impotencia y nos estamos jugando muchas cosas y que nos rompan el orto así duele”, empezó diciendo.

–¿Qué fue lo que sucedió?
–Lo que te puedo decir es que cuando me echaron contra Atlético de Rafaela tuve la culpa y perjudiqué al equipo, me fui calladito; pero acá no hice nada. Está bien ahora lo que dice Faraoni y sí, van a decir cualquier cosa, si echan a un jugador a los ocho minutos pueden inventar cualquier cosa.

–¿Incitaste a la violencia?
–No, no hice nada, lo único que la gente empezó a insultar y me reí. Después, ellos pueden inventar y decir cualquier cosa, si total ya lograron lo que querían. Yo tenía la pelota en una mano y la otra la tengo al costado izquierdo, ¿cómo me agarro los huevos, como dice el árbitro? Claro, ¿pero él no incita a la violencia cobrando un penal inexistente? ¿Cargándonos de amarillas?

–¿Zermattén te recriminó la expulsión?
–No, hubo un par de compañeros calientes por el resultado pero no por mí, incluso Zerma me comentó que me vio en ese momento y todo bien.

–Pareció que te hiciste echar de una manera muy infantil.
–Tengo mil excusas para no querer jugar, me comí la concentración y las presiones de toda la semana, ¿para hacerme echar al pedo a los ocho minutos? Nos venimos rompiendo el orto desde julio, y que te vengan a robar así no está bien. Yo también me juego muchas cosas, el futuro, la relación con la gente, con la gerenciadora y con mis compañeros, entonces (por el informe del árbitro) va a ser duro de que me crean, pero juro que nada hice para que me expulsaran.

–¿Aceptarías una sanción de la gerenciadora por esto?
–Contra Rafaela la hubiera aceptado, ahora no. Te vuelvo a repetir que no hice nada, ni gesticulé, ni insulté, ni escupí como dicen muchos medios. Si me sancionan, me sancionan, pero me quedo más caliente y con mucha más impotencia por lo que pasó.