Talleres está mal desde hace mucho tiempo, no es sólo de ahora. Raúl Peralta y Carlos Ahumada no son los únicos culpables. Pero tienen su cuota de responsabilidad. De todos los problemas, el principal surge porque nadie cumple el rol que le corresponde, y se meten en tareas que no son las suyas. No puede el presidente armarle el equipo al entrenador, ir al vestuario y opinar, y los jugadores hacer lo que quieran. El presidente debe conducir la institución, los futbolistas jugar, y el DT decidir los que entran a la cancha. Sino, todo se desarticula. Y los resultados están a la vista.

Cuando me enteré de la reunión de Peralta con los jugadores supuse que nada iba a cambiar. Que sería lo mismo que con Juan Amador Sánchez. Y quedó en evidencia. Cada uno debe estar capacitado en su función: Daniel Valencia no está a la altura para ser dirigente. Ojo, yo tampoco, si me llaman puede ser que ayude en las divisiones inferiores, pero no sirvo para negociar con jugadores y representantes. Cada uno con lo que sabe, pero Talleres se maneja con dos o tres personas que quieren hacer todo, y el que mucho abarca, poco aprieta.

¿Si está que siga Peralta? No lo sé, creo que al indicado para este momento nunca lo vamos a saber. Yo no hubiera aceptado dirigir un solo partido. Pero la realidad es que Ahumada no es el único culpable si Talleres se va al Argentino A. Lo mejor que hizo fue arreglar la Boutique, pero no se puede prometer una laguna artificial y hoteles en el predio, cuando todavía no se sabe si lo rematan, y no tenés elementos de utilería.