Esta noche, se concretaría el cuarto regreso de Ricardo Gareca a Talleres, muy esperado por gran parte del pueblo albiazul, que lo mantiene como uno de sus preferidos. En la reunión con el gerenciador Carlos Granero, prevista para las 20, terminarán de pulir la letra chica del contrato, perfilarán la lista de refuerzos y allí sí, el «Tigre» será anunciado como entrenador albiazul.

«No quiero hablar como técnico de Talleres cuando todavía no lo soy, porque ya cometí ese error el año pasado. De ambas partes nos dimos un impasse hasta mañana (por hoy), aunque todo está muy bien encaminado», explicó Gareca.

De todos modos, pretende definir la situación hoy, porque entre otras cosas debe trasladar nuevamente su familia a Córdoba, donde muchos años estuvo radicado en Carlos Paz. A la par de la confirmación del técnico, saldrían a la luz los nombres de un par de refuerzos muy cerca de concretarse. Por ejemplo Julián Maidana (suena en Argentinos Juniors) y Cristian Pino, para jugar de volante por izquierda.

Además, el «Tigre» pretende un lateral por izquierda porque su idea es jugar con línea de cuatro. En caso de que no venga Maidana, pidió retener a Javier Malagueño, con un pie en el fútbol francés. También quiere retener a Emanuel Giménez, con quien Ateliers mantiene una deuda.

El técnico precisó que su cuerpo técnico se integrará con Juan Manuel Sotelo como ayudante de campo y Néstor Bonillo como PF, porque Hugo Alves, su colaborador de siempre, trabaja en San Lorenzo de Mar del Plata. «Puede sumarse más adelante, lo mismo que algún otro colaborador» explicó el «Tigre», aunque no quiso adelantar si se trata de José Zelaya, como circuló el rumor.

Por último, aclaró que conoce las críticas contra Granero y el clima turbulento en torno al gerenciamiento. «Talleres siempre fue un club difícil, sobre todo cuando no se cumplen los objetivos deportivos. No es nada que no se pueda revertir», confió el DT.