Con los goles del uruguayo, la “T” venció 2-1 en cuartos a Temperley y avanzó a una instancia inédita para la historia del club.

Talleres dio otro paso adelante. Con dos goles del uruguayo Michael Santos, anoche venció 2-1 a Temperley en la cancha de Lanús y, por primera vez en su historia, avanzó a las semifinales de la Copa Argentina. Su rival se conocerá el miércoles, cuando se enfrenten Godoy Cruz y Tigre en el estadio Mario Kempes.

La “T” está a dos partidos de lograr el primer título nacional de su historia y de meterse en la fase de grupos de la Copa Libertadores de América. Todo esto independientemente de su condición de puntero de la Liga Profesional desde hace seis partidos.

El primer gol de Michael Santos, a los 37 minutos de la etapa inicial, le encaminó a Talleres un partido complicado. Temperley planteó un 4-1-4-1, le cerró todas las posibilidades de juego interno y, por lo tanto, a la “T” se le dificultó llegar con peligro al área celeste. La pelota pasó mucho por los centrales Juan Cruz Komar y Rafael Pérez, pero costó que aparecieran Carlos Auzqui y Héctor Fértoli en la dimensión con la que lo vienen haciendo en el torneo.

Esperando con mucho orden y aplicación, Temperley tuvo tres oportunidades netas en la etapa de apertura. Agustín Allione y Franco Díaz desperdiciaron contraataques muy claros que se originaron en errores que el Albiazul cometió en el retroceso, luego de dos córners a su favor mal tirados. Ya con el marcador 1-0, Guido Herrera le atajó un remate peligroso a Facundo Pumpido.

A Talleres le llegaron demasiado y eso generó preocupación en los “allegados” albiazules que estuvieron la cancha de Lanús.

Talleres aumentó a los 4 minutos del complemento con otro gol de “Pelo”. Le ganó una pelota a Gastón Bojanich y definió con una zurdazo al palo izquierdo. El problema vino después. El cuadro cordobés vio la tarea por cumplida, se ausentó del partido, se equivocó en el manejo de la pelota y le dio chance de crecimiento a un Temperley limitado.

Siguieron sin aparecer en todo su dimensión jugadores importantes como Auzqui y Fértoli. Lo que siempre se mantuvo constante fue la prolijidad de Juan Méndez en el tratamiento de la pelota. El final fue con angustia. Temperley descontó a los 39 minutos con gol de Ezequiel Rodríguez y se arrimó con un par de centros y pelotazos cruzados.

“El Cacique” volvió a armar una línea de cinco para defender la diferencia demasiado metida contra su área. Llegó al final, sufriendo más de la cuenta, pero con la satisfacción de haber avanzado por primera vez a las “semis” de una Copa Argentina.