Tras su inesperada derrota en Santiago, la “T” juega desde las 15.45 en el Kempes. Televisa TNT Sports.

¿Qué ventaja táctica o de cualquier índole supone que el arquero habilite a uno de sus defensores centrales, ubicado a nada más que cinco metros, dentro de su propia área grande?

¿Qué sorpresa puede surgir del abúlico toqueteo entre defensores, por el que la pelota va de aquí para allá, de extremo a extremo, sin lograr introducir un simple pase a un mediocampista, aún a riesgo de perder la tenencia del balón, u ofrecer una punzante habilitación hacia un delantero con ganas de ser abastecido? ¿No es necesario otro libreto cuando ese recurso ya ha sido motivo de estudio de su oponente, por lo que lleva esa prevención de inmediato a la práctica?

Talleres logró ante Central Córdoba de Santiago del Estero lo que nunca había provocado en sus hinchas desde que Alexander Medina decidió conducirlo: exasperó; generó incredulidad por su postura en la cancha, por su interminable serie de errores, por su equivocada e insistente táctica de salir jugando como en aquellos partidos de baby fútbol, que le permitió a su adversario, casi sin ningún esfuerzo y con el simple recurso de presionarlo en el borde de su área, tener en bandeja varias oportunidades para quebrar a Guido Herrera.

Por ese paso en falso, Medina asumió toda la responsabilidad. Ese noble gesto no debe ocultar la generosidad de su equipo con sus rivales al asumir momentos decisivos.

En ese sentido, todavía produce carraspera la forma increíble en el que en un breve lapso sufrió tres goles y perdió ante Newell’s Old Boys, cuando tenía el resultado a su merced.

En el estadio Madre de Ciudades, ¿cabía darle tanto protagonismo a Juan Cruz Komar, luego de una inactividad tan prolongada, al ser el principal destinatario de todas las pelotas que él y sus compañeros no lograban ubicar más allá de la media cancha?

Por sobre estas equivocaciones, y de los hombres que vistan su camiseta, lo que el simpatizante anhela es volver a ver el gesto incisivo y constante de todos sus jugadores, vinculados a pleno en el esfuerzo, unidos en la decisión de ganar la mayor cantidad posible de pelotas divididas, y en poner en evidencia el protagonismo que lo llevó a ser elogiado y reconocido por sus buenas actuaciones. No es lejana su versión más ambiciosa; no es imposible volver a verla.

A tal fin, todo indica que Medina recogerá el barrilete e irá a lo seguro. Tras su acto fallido, pondrá en cancha a la formación que venció a Arsenal, al saber que tendrá enfrente a Boca Juniors, no en su mejor momento, pero sí con ganas de reivindicarse luego de malos resultados y recurrentes conflictos.

Ante la cercanía del enfrentamiento ante Estudiantes de Río Cuarto por los cuartos de final de la Copa Argentina, y en caso de haber una recuperación en el juego y con la ayuda de un buen resultado, este partido especial podría reencauzar a los albiazules en un torneo, en el que salvó los dos últimos triunfos por goleada de River Plate, no ha mostrado niveles sorprendentes o amenazas de equipos imbatibles.

Por el contrario, el juego en la Liga Profesional transita en general una medianía ya aprovechada por Colón de Santa Fe, y que parece seguir al alcance de aquellos equipos que pocas veces están anotados en la lista de los grandes candidatos al título.