El equipo que dirige Medina regaló un tiempo, llegó a estar 0-3 y perdió 3 a 2 de visitante ante Patronato. La reacción fue insuficiente. Quedó 11° en la tabla.

Era difícil que tantos errores no tuvieran un costo para Talleres. De arranque, nomás, la mano comenzó torcida para el equipo de Alexander Medina. Iban apenas 73 segundos cuando Patronato le metió la primera trompada al mentón. Durísima e inesperada.

Todo lo planeado en la previa parecía irse a la basura tras el gol de cabeza de Ávalos en la primera acción de peligro en Paraná. El Patrón supo que la “T” podía sufrir por el costado que defendía Tenaglia y desde allí vino el centro que el delantero cambió por gol.

La presión alta que ejerció el local fue un problema sin solución para el equipo en el primer tiempo. Patronato metió intensidad en una primera etapa en la que dominó el partido. Así fue que amplió la ventaja cuando Luna habilitó a Terragona y el ex-Platense no falló ante Caranta. Y si el segundo no llegó antes fue porque Vigliano no le dio un claro penal a Patronato y anuló un gol por offside en una jugada muy fina.

A la “T” le taparon los caminos y no supo cómo entrarle a un rival que arrancó la fecha sin chances matemáticas de salir de la zona de descenso directo y, por esas cuestiones que tiene nuestro fútbol, hoy estaría jugando un desempate para ir a la Promoción.

Como resumen de lo que había sido esa primera etapa, bastaba con ver a Matías Ibáñez, arquero del Patrón, que se fue al vestuario casi sin tocar la pelota.

Con un 4-4-1-1, el local venía sacando una justa ventaja que terminó siendo clave para terminar sumando un triunfazo en su lucha por la permanencia.

En Talleres hubo errores conceptuales que salieron caros. Además, abusó del toqueteo intrascendente y hubo individualidades que brillaron por su ausencia. Demasiadas ventajas ante un equipo que sabe a qué juega y levantó muchísimo desde la llegada del DT Gustavo Álvarez.

Reaccionó tarde

El segundo tiempo fue otra historia. Medina metió mano rápido y se la jugó por Pochettino. Talleres se adueñó de la pelota, pero sin generar mucho peligro. Encima, cuando iba por el descuento, Pérez regaló el tercero para el local.

Parecía todo resuelto, pero la reacción llegó rápido con un golazo de afuera del área de Pochettino y otro de Parede casi sobre el final.

Con su orgullo a cuestas la “T” fue a buscar un empate que no mereció. Patronato había sido más en los 90 y le sacó al albiazul puntos de oro en su lucha por entrar a las copas.

No hubo caso. Tras lo que había sido la remontada de las últimas fechas, ayer “el Matador” dio un paso en falso. Y habrá que reajustar algo más que detalles de cara a lo que será el cierre de la Superliga ante Colón.

¿Habrá más minutos para Dayro? ¿Volverá Pochettino a estar entre los 11? Serán preguntas que se irán resolviendo en la semana. Pero, por lo visto anoche, no hay muchos motivos para que el domingo no estén de entrada.

Habrá que barajar y dar de nuevo. Y si quiere aprender la lección, Talleres no deberá quedarse únicamente con el amor propio y la reacción que mostró al final. El equipo dejó una mala imagen y pocas veces supo qué hacer con la pelota. Y tiene que saber que no podrá regalar otra vez un tiempo si quiere “coparse” y pelear cosas importantes.

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