El 0-0 con Unión fue un cierre inesperado, pero que deja abierto un nuevo panorama para el equipo en 2020, con renovaciones a la vista y con la gestión del DT Medina y el presidente Andrés Fassi.

No pudo ser en el estadio Mario Alberto Kempes. Talleres quiso que la despedida de 2019 fuera con su segundo triunfo consecutivo, tras la gran goleada 5 a 0 que metió el pasado fin de semana contra Godoy Cruz, en Mendoza. Venía con la moral arriba, con toda la predisposición para conseguirlo y con el argumento de todo lo bueno que hizo contra el Tomba.

Pero entre Unión (que se convirtió en una máquina de impedir, con cinco defensores en línea programados para cerrarle los caminos) y una cuota de mala fortuna (como el remate en el travesaño que metió Dayro Moreno en el primer tiempo, igual al que no entró en Mendoza) todos los esfuerzos que desplegó se resumieron, finalmente, en un puntito que le sumó poco.

Sí, un punto insuficiente, pero que sí puede servir para la clasificación a copas internacionales para 2021, el objetivo que se trazó para el final de temporada.

Cuando mañana el técnico Alexander se reúna con el presidente del club, Andrés Fassi, para evaluar el contenido del semestre, el uruguayo tendrá ese mérito para exponer. No será poco, pero tampoco demasiado. Bien podrán convenir que el “Cacique” saldrá hecho, con la partida “en tablas”, después de un arranque de Superliga que apuntó para poner a su equipo en la punta del torneo y que, después, merced a una seguidilla de derrotas, estuvo a punto de sacarlo de ese lote de privilegio.

De los últimos 27 puntos que disputó, la “T” sólo pudo conseguir ocho. Fueron cinco derrotas, dos triunfos y dos empates, con una racha adversa de cuatro caídas entre la octava y la undécima fecha. Demasiados puntos desperdiciados. Aunque haya debido sumar varios más en el torneo de los méritos, en el que acumuló varios para conseguirlo, según repitió y con razón Medina, al equipo le faltó esa regularidad indispensable para certificar sus aspiraciones de conseguir cosas importantes.

Mantuvo hasta el final de este primer semestre de la Superliga, esa adolescencia futbolística que no le permite alcanzar la madurez. Los méritos sirven para alimentar la autoestima colectiva e individual, pero no agregan puntos en la tabla.

Después de aquellos cuatro triunfos al hilo (River, Aldosivi, Banfield y Gimnasia), no ganar partidos consecutivos. Le pasó luego de la duodécima, en la que le ganó 1-0 en el Kempes al Newell’s de Frank Kudelka; y anoche, tras el triunfazo contra Godoy Cruz.

A este Talleres siempre le costó ganar un partido de local. Nunca ganó por más de un gol de diferencia. Siempre lo hizo sufriendo o “ahí nomás”. Y si no le tocaron partidos como el de anoche. Aún siendo superior como le pasó contra Central Córdoba o Racing, en aquel empate 3 a 3 en el que generó situaciones como para golear y terminó con la sensación de que apenas cosechó puntitos insuficientes.

En el combo del debe y el haber, a la hora del balance, se priva la obtención del objetivo, Fassi no tendrá mucho para objetarle al “Cacique”. A quien todavía le sigue jugando a favor un hecho irrefutable: el presidente de Talleres no le trajo la cantidad de refuerzos que le pidió, se quedó con un plantel corto y el torneo le pasó facturas rápidamente. Cuando se le lesionaron un par de jugadores, no tenía demasiado en donde hurgar y buscar soluciones. Tiene un buen plantel, pero escaso y que necesita de, al menos, dos o tres refuerzos más.

Ese será uno de los principales temas en el que deberán acordar en la reunión de mañana, porque su continuidad no estará en juego. Tiene esa tranquilidad, pero Fassi también le reclamará autocrítica. Es un técnico joven y ha demostrado tenerla, pero termina el torneo con el objetivo principal cumplido por muy poco. Hasta hoy está noveno, pero Rosario Central, San Lorenzo y Estudiantes pueden alcanzarlo, si ganan. O hasta sacarlo del lote de los 10.

Medina salió hecho y puede irse de vacaciones tranquilo. Pero tendrá mucho que trabajar y corregir para sacar a su equipo de una adolescencia de la que debe emerger, si es que desea cumplir al final del torneo, con el objetivo supremo de entrar a una copa internacional en 2021.