Necesita ser algo más que esos esfuerzos. Faltan Juan Ramírez, Mauro Ortiz, los pibes y que haya un respaldo defensivo acorde con el protagonismo que se pretende recuperar.

A esta hora nadie duda que lo mejor que le pasó a Talleres, en el último juego, fue que Dayro Moreno frotara la lámpara y que Sebastián Palacios volviera a ser un delantero profundo. Sin embargo, Dayro y “Seba” saben más por sus compañeros que por la combinación de ellos mismos. Ya se ha reconocido que el armado de esta dupla fue la base sobre la que Talleres se separó de la versión 2018, en la que había desequilibrios sumamente inconvenientes entre el acto ofensivo y defensivo, que ni siquiera permitieron aprovechar el poder de triunfos clave (aquel 3-0 ante Belgrano, por caso), como para que el DT pudiera, al menos, tratar de repetir un equipo titular.

Sin embargo, el triunfo sobre San Martín de San Juan le volvió a presentar a Talleres una enseñanza que deberá aplicar si es que quiere seguir avanzando en la Copa Superliga o para alimentar sus sueños de final, tal como dijo el propio colombiano. Es cierto que el talento de Moreno se repartió en ambas conversiones albiazules y que el de Palacios también ayudó a producir el 2-0. Sin embargo, está visto que con la dupla cortada y desamparada no alcanzará para mucho más. En el tanto inicial, Andrés Cubas mejoró su calidad de pase y ubicó al “Berraco” a un toque del arco para que dejara de quejarse porque no recibía y definiera de una vez porque el horno no estaba para bollos.

En la otra conquista, fue el colombiano el que evitó el reclamo de Palacios, ya que se la dio al pie. La apilada de wing terminó con un rebote que Ardente dio y que Pochettino capitalizó para convertir, justo cuando empezaba a mirar feo porque no se la había dado de una. La combinación del dúo dinámico fue buena, pero la potenciación de ambos que hicieron Cubas y Pochettino, por caso, es lo que Talleres necesitaba. En ese partido, en los cuatro anteriores y en los dos que vienen.

De la misma manera que, luego, Guido Herrera rayó a gran nivel en la definición por penales y estuvo más cerca del arquero ganapartidos que se conoció en Talleres más que de aquel que se comió algunos goles últimamente. La definición les tomará lista nuevamente a todos. Dayro, Palacios y Herrera darán el presente seguro. En cuerpo y alma. Andrés Cubas y Tomás Pochettino saben que Atlético Tucumán no será San Martín de San Juan y que la exigencia aumentará. Pero faltan otras firmas. Talleres necesita ser algo más que esos esfuerzos. Faltan Juan Ramírez, Mauro Ortiz, los pibes y que haya un respaldo defensivo acorde con el protagonismo que se pretende recuperar.

Con los mencionados esfuerzos, logró revivir: dio vuelta una definición difícil ante San Martín de San Juan, pasó de ronda y ahora se situó en el umbral de otra instancia definitoria. Talleres ya sabe qué debe hacer para seguir avanzando. Estas instancias son las que más le han costado desde el regreso a Primera. Se necesita un Talleres superador, que salga de ese 35 por ciento de efectividad que tiene en el final de cada temporada.