Lo que dejó la derrota de Talleres en Paraná. El análisis individual después del 1-2. 

Guido Herrera (6). No tuvo responsabilidad en los dos goles del Patrón. El penal lo pateó muy bien Sperdutti y en el segundo nadie tomó a Barcelo cuando fue a cabecear el tiro libre de Carabajal. Cuando lo exigieron respondió bien,

Leo Godoy (4). Se sabe que lo suyo no es la marca y sí las proyecciones, pero ayer no sólo le costó controlar a Comas, Royón y Rescaldani, si no que terminó mal varias de sus proyecciones ofensivas. No tuvo esa quinta velocidad que se le reconoce.

Miguel Araujo (4). Salió lesionado y fue reemplazado en el arranque del ST por Quintana. Pero al momento de salir no había jugado bien, como tampoco lo hizo contra Unión y Vélez. No está rindiendo de acuerdo a sus antecedentes en la selección peruana.

Javier Gandolfi (4). Sintió el largo parate sin fútbol oficial. No fue el tiempista que acostumbra y llegó tarde a algún cierre. No tuvo la intención de interceptar la pelota con el brazo en la jugada del penal del primer gol de Patronto, pero la extendió y aumentó el volumen del cuerpo.

Facundo Medina (4). Como siempre, mejor lanzado para la asociación ofensiva que para la marca. Las subidas de Geminiani lo complicaron mucho en el primer tiempo. No termina de equilibrar con la marca el buen manejo del balón que tiene.

Andrés Cubas (3). Sigue sin encontrar su espacio en la cancha. Ayer se paró por la banda derecha, pero entró poco en contacto con el balón, no asoció, dividió varias pelotas y resolvió mal en el uno contra uno. Muy floja tarea.

Pablo Guiñazú (6). Siempre enseña el camino. Primer toque claro y destino preciso para cada pase. Sintió el peso del calor húmedo de Paraná, pero se las compuso al punto que de una avivada suya en un córner, vino el gol de Nahuel Bustos, ayudado por el “blooper” de Bértoli.

Tomás Pochettino (5). Lo más rescatable de él fue ese remate que dio en el travesaño, a los 19 minutos del segundo tiempo. Fue rescatable su intención de pegarle al arco, pero no logró asociarse en el juego.

Nahuel Bustos (6). Segundo gol que mete con “ayudín”, esta vez de Bértoli, pero como tiene la virtud de que le gusta pegarle al arco no se le puede restar mérito. Con más o menos acierto, las buscó a todas y complicó en la marca a Pantaleone.

Junior Arias (4). No le llegó una pelota digna al área. Siempre teniendo que salir afuera de ella para encontrarla y asociarse. Es imperdonable que Talleres lo esté desperdiciando así. Se desgasta y no encuentra eco.

Juan Ramírez (4). Ayer fue “Juan sin Fútbol”. Es otro de los jugadores del equipo que ha decaído en su rendimiento en los últimos partidos. Jugó de extremo, pero no generó desequilibrio y hasta perdió un par de pelotas que suscitaron contragolpes del local.

Carlos Quintana (4). Entró pasado de vueltas y con el equipo cometiendo muchas distracciones defensivas. Ni a él ni a Gandolfi se les puede escapar Barcelo como lo hizo en el segundo gol entrerriano. Bien amonestado: cometió la falta que originó el tiro libre de Carabajal.

Joel Soñora. Vojvoda lo hizo entrar para lograr mayor tenencia de balón y que pusiera algún pase filtrado que dejara a alguien de cara a Bértoli. No lo consiguió.

Gonzalo Maroni. Iba a entrar como titular jugando de extremo izquierdo, pero Vojvoda lo dejó en el banco. Cuando entró, a los 20m del ST, le costó mucho entrar en juego. El DT juzgó que era lo más conveniente, pero en la cancha no se vio como una decisión acertada no incluirlo desde el arranque.