El defensor había pensado en irse si llegaba una buena oferta. En el receso, le ganó el lugar a Komar y hoy se consolidó.

Carlos Quintana es otra de las historias del Talleres que marcha segundo en la Superliga después de 14 años. El 1-0 ante Banfield fue su cuarto partido como titular consecutivo en este torneo y el sexto si se suman las dos veces que ingresó desde el banco de suplentes. Y “el Gigante” está feliz.

“Estoy contento. No la he pasado bien. El tiempo que estuve afuera me costó sobrellevarlo. Hoy me toca otra realidad. Voy a trabajar día a día para sostenerlo. Estoy muy contento por eso”, comentó el defensor a Mundo D, quien cumplió 30 años el domingo pasado, el día de la victoria ante el Taladro en el Mario Alberto Kempes.

Es que su realidad cambió en el verano. Si bien había sido titular en el 2-0 ante Colón, ese pudo haber sido su último partido en Talleres. “El Pelado” había relevado al lesionado Javier Gandolfi y mostró un buen rendimiento formando la zaga junto con Juan Cruz Komar.

Sin embargo, el poco rodaje que había tenido en Primera (hasta ahí, sólo ese partido jugó como titular y dos más ingresando como suplente), lo había llevado a hablar con los dirigentes para que, en caso de que llegara una oferta conveniente para el club y para él, fuera aprovechada.

“El Pelado” creía que una vez que volviera “Cobija”, su continuidad sería difícil. “Hablé con los dirigentes. Les mostré mis ganas de sumar más minutos. Me quedan seis meses más y la verdad es que queda a decisión de ellos. Veremos qué decisión se toma. Si se diera algo que fuera beneficioso para mí, como el hecho de sumar más minutos, ya que en este semestre no los he sumado, bienvenido sea. Si no, me quedaré en Talleres, donde estoy muy bien”, supo decirle Quintana a Mundo D.

Sin embargo, el DT Kudelka lo vio bien en la pretemporada al punto de que le dio el lugar a Komar, por aquello de que “juega el que mejor está”. Como su rendimiento se mantuvo, siendo prácticamente impasable, siguió formando la zaga con Gandolfi. Y ha ganado en confianza, hasta se hizo “el lírico” en alguna salida.

“Salí jugando en dos jugadas con pisada incluida. ¿Qué se pusieron nerviosos algunos? Jua. Es confianza y apoyo”, agregó el defensor. Lo cierto es que ya no está “pelado” por la incertidumbre sino por la ilusiones de ser internacional y protagonista de la Superliga con Talleres.

Quintana contribuyó al buen momento que transita la defensa (recibió solamente siete goles en 15 partidos) y ha ingresado en las clásicas gastadas del plantel por integrar el grupo de los pelados que compone junto con Pablo Guiñazú, Junior Arias y Santiago Silva. “Disfruto este momento”, concluyó. Y claro, logró cambiar su historia en el Mundo Talleres.