Ante San Lorenzo, el DT llegará a la centena de juegos en el banco albiazul.

El 23 de mazo de 2015, Frank Kudelka dirigía su primer partido oficial en Talleres. Le tocaba conducirlo en el Torneo Federal A, la categoría maldita de la que la “T” pugnaba por salir. Era la primera fecha y su equipo le ganó 2-0 a 9 de Julio de Morteros en el Kempes, con goles de “Willy” Olivera y “el Indio” Barrionuevo.

Desde entonces pasaron dos años y 10 meses y hoy a las 21.15, cuando Facundo Tello haga sonar el silbato y comience el partido contra San Lorenzo en el mismo escenario de entonces y en la reanudación de la Superliga, Darío –al menos en Córdoba, la mayoría lo trata por su segundo nombre– cumplirá su partido número 100 como entrenador de los profesionales albiazules.

Kudelka recorrió un largo camino en muy poco tiempo. En tres años y un mes, exactamente, porque el DT oriundo de Freyre asumió con su cuerpo técnico el 26 de diciembre de 2014, casi simultáneamente con la llegada de Andrés Fassi a la presidencia del club.

Todavía sangraba la herida de la final del ascenso a la B Nacional perdida contra Gimnasia y Esgrima de Mendoza, y Talleres debía transitar otra temporada más en el averno del Argentino A, ese torneo en el que los equipos caen, a veces, para nunca más volver.

Su desafío deportivo era ciclópeo, pero no mucho más que el personal y profesional. “No vine a ser reconocido, sino con la idea de desafiarme y darle a Talleres algo que alegre el sufrimiento de la gente. Ego tenemos todos, pero no era lo que buscaba. Mi necesidad era saber si podía estar a la altura de este fenómeno llamado Talleres. Creo que lo estuve”, dijo cuando cumplió dos años al frente del plantel.

Seguro, hoy, con Talleres en Primera y tras dirigirlo en tres categorías, Kudelka refrenda esas palabras. Porque lo que impulsa su vida son desafíos, retos que le dan sentido al existir. Venía de conducir a Huracán y con una carrera ascendente en otros clubes como Unión (SF), Boca Unidos de Corrientes e Instituto. Tuvo ofertas de la máxima categoría, pero prefirió afrontar la cruzada de despertar al gigante dormido.

Un ganador nato

Desde aquel partido contra 9 de Julio, Darío condujo al Matador 98 partidos más. Y logró números asombrosos y envidiables para sus pares. Hasta el momento, Kudelka dirigió a la “T” en 99 partidos, con 52 triunfos, 31 empates y 15 derrotas, con una eficacia del 64 por ciento. Además, suma la misma cantidad de triunfos como local y visitante, 26, y en 41 de los 99 partidos Talleres mantuvo su arco en cero. Hubo un encuentro, contra Atlético Tucumán (la “T” ganó 2-1, 28/5/17), en el que un problema familiar le impidió al DT estar en el estadio y el equipo estuvo a cargo de su ayudante Raúl Armando.

Y en todo este tiempo también edificó una relación sólida con Fassi, basada en principios y valores en común. Un vínculo que también atravesó momentos de tirantez, pero que se superaron siempre con diálogo y con el interés superior de Talleres como norte.

Kudelka vive el presente y es un ganador nato, pero cada día se entrena para cuando la mano venga cambiada. Y eso que puede mostrar hitos en este trayecto: como los ascensos a la B Nacional y a Primera División, en este último caso invicto. O un triunfo histórico contra Boca, en la Bombonera, por sólo citar algunos.

Este recorrido de 100 partidos hizo que Talleres se convirtiera en su lugar en el mundo.

Ahora lo desafía clasificar a la “T” a una copa internacional. Otra meta ambiciosa y acorde con su forma de entender la vida. Y el fútbol.