Andrés Fassi pasará en 2018 más tiempo en Córdoba y traerá a parte de su familia desde México. “Faltan cuatro o cinco años de sacrificio muy duro”, asegura.

Si alguien piensa leer esta entrevista esperando que Andrés Fassi revele el nombre de los tres refuerzos que llegarán al plantel y el de los jugadores que serán prestados, más vale que no se tome el trabajo. Se le preguntó, por supuesto, pero con su característica “elegancia” tiró la pelota afuera. No lo hizo desde que llegó a presidir a Talleres hace tres años y tampoco lo hará ahora. Es su estilo: sólo hablará cuando las operaciones están consumadas y anunciadas en las redes del club.

Pero si lo que el lector quiere enterarse de otras cuestiones muy importantes para la “T” a partir del balance que traza de 2017, en esta nota encontrará varias respuestas. Habló de la “sociedad exitosa y extraordinaria” que compone con Frank Kudelka –“estaremos juntos en este proyecto todo el tiempo que él quiera”, enfatizó–, hizo una autocrítica por lo sucedido en la Copa Argentina, anunció que en 2018 pasará más tiempo en Córdoba que en México, que su esposa y su hijo menor se radicarán aquí para acompañarlo, de la continuidad de Pablo Guiñazú y de cómo redoblará la apuesta de trabajo para que su proyecto deportivo, institucional y social se consolide a través de la sustentabilidad.

Encontrará la visión de un Fassi auténtico y recargado, a quien lo conseguido hasta ahora en los diversos ámbitos del club no le basta. A todos quienes dependen del Mundo Talleres, sin excepción, les exigirá más. “Estamos muy contentos con todo lo logrado este año, pero no alcanza. Todavía nos quedan cuatro o cinco años de trabajo muy duro”, advirtió.

–¿Cuál fue el balance del año en lo institucional?
–Hemos ido de menos a más en estos tres años. Y en 2017 consolidamos un montón de proyectos que comenzamos al inicio de la gestión. Hay que destacar la asamblea de junio y la de noviembre. En la primera fue muy significativa la modificación del estatuto, se aprobó la gestión y se dio a conocer el crecimiento patrimonial del club. En noviembre se hizo la renovación de autoridades y de la comisión directiva, en la que incorporamos muchos dirigentes jóvenes y empresarios cordobeses que se animan a acompañarnos. También incorporamos a las mujeres en la comisión. Tendrán un protagonismo especial dentro de los objetivos institucionales.

–¿Y en lo social?
–Se hizo un trabajo muy significativo en las escuelas de fútbol. Hay 10 mil familias vinculadas al club. Hemos generado 600 fuentes de trabajo en las 140 escuelas que se crearon en la provincia. Es el proyecto social más importante de un club argentino en esta materia. Y en 2018 crearemos un proyecto intercolegial desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, primario y secundario, para chicas y chicos.

–¿En lo económico?
–Todos los números quedaron debidamente detallados y explicados en la asamblea. Hay un equilibrio y un crecimiento patrimonial muy significativo y se acaba de cancelar la deuda del ascenso del 2013. Se empiezan a poner las bases para lograr la sustentabilidad económica que impulsamos.

–¿Y en lo deportivo?
–En 2017 hemos tenido logros muy significativos. Obtuvimos la mayor cantidad de puntos en los torneos de divisiones inferiores de la AFA, también fuimos campeones en la Liga Cordobesa con la Reserva y la Cuarta. Nos clasificamos a la Copa Libertadores Sub 20 (se jugará en febrero de 2018), lo que nos da la posibilidad de medirnos con los mejores equipos del cono sur. Siete juveniles han sido convocados a selecciones menores de Argentina. Pudimos hacer el Congreso de capacitación más importante con 1.500 entrenadores en la Boutique. Además, 14 jugadores egresaron gracias al Programa de Inclusión y terminalidad educativa que llevamos de manera conjunta con el Ministerio de Educación. Pero quiero aclarar que aun estando muy contentos por todo lo que logramos, todavía no alcanza. Sabemos que falta mucho. Tendremos por delante cuatro o cinco años de sacrificio muy duro para consolidar el Talleres de los próximos 30 años. A todos quienes integran el Mundo Talleres, en todos sus ámbitos, les exigiremos más. Es la única manera de poder concretar nuestra visión.

–¿También sucederá lo mismo en el trabajo de inferiores?
–Muy pocas instituciones en el mundo le dedican el 40 por ciento de sus ingresos a las divisiones inferiores y formativas. Y deberá incrementarse, porque estamos convencidos de que la sustentabilidad de las instituciones deportivas tiene que ver con el éxito de las inferiores, escuelas de fútbol, el proyecto social, el reclutamiento de jugadores, el análisis de rendimiento y las visorías. Estamos muy contentos con todo lo logrado este año, pero no alcanza. Alcanzará cuando estemos entre las tres mejores estructuras del país.

–¿Y en materia de desarrollo de la infraestructura?
–En el predio se hicieron tres nuevas canchas, dos con piso natural y una sintética, lo que nos permite tener hoy ya 13 canchas en total. Se ampliaron comedores y consultorios. Se remodeló totalmente la sede social y todo lo que es la parte de atención personalizada a socios. Y si Dios quiere, en marzo podríamos comenzar con los trabajos de construcción del nuevo predio deportivo.

–¿Pasará más tiempo en Córdoba que en México?
–Sí, será así. Vendré más tiempo a Córdoba. Ya desde el año pasado, del ciento por ciento de mi tiempo el 60 lo he pasado en Córdoba. Hemos tomado una decisión familiar muy significativa: Franco, mi hijo menor, se vendrá a vivir a Córdoba junto a mi esposa a partir de marzo. Yo tendré que seguir viajando, porque es altísimo mi nivel de responsabilidad en el Pachuca después de 25 años. Seguiré yendo y viniendo. Mi próximo viaje a Córdoba será el número 100. Mis otros tres hijos, por sus actividades personales, seguirán en países distintos: María jugando golf en Estados Unidos, Sebastián jugando al fútbol en México y Juan Pablo, que lo está haciendo en Uruguay. Habrá un sacrificio familiar muy importante para apoyar el proyecto.

–¿Cuáles son las principales autocríticas que se hace?
–Hay tres puntos principales a mejorar en 2018. Uno es dar un salto de calidad en la profesionalización en cada una de las áreas del club. Además, queremos tener un mejor desempeño en la Copa Argentina que en 2017 y avanzar más fases. Y confío plenamente en que lograremos el principal objetivo deportivo para 2018 que es clasificar a una copa internacional.

Sobre Kudelka, Guiñazú, Araujo, ofertas, refuerzos y bajas

Fassi no eludió referirse a la política de altas y bajas en el plantel, pero sin definiciones. Pero de quien se deshizo en elogios fue cuando se refirió a Frank Kudelka. “Estaremos juntos en este proyecto el tiempo que él quiera”, puntualizó.

–¿Por qué jugadores del plantel hubo propuestas concretas?
–Hubo ofertas de distintos clubes por Herrera, “Leo” Godoy, Olaza, Reynoso y Menéndez, pero ninguna llegan a lo que Talleres considera que valen esos jugadores. Sólo se irán uno o dos jugadores, no más.

–¿Por Komar también?
–Sí, hubo una oferta de un club suizo, pero fue insuficiente.

–¿Cuántos jugadores vendrán?
–Vendrán dos delanteros y un volante ofensivo. Estamos en la búsqueda. Si hay un mercado complicado es el argentino, por todo lo que rodea a nuestro fútbol, por una participación que yo considero excesiva de los representantes de los jugadores. Las transferencias se hacen muy traumáticas y se dilatan en el tiempo. Debería haber un acuerdo en esto entre los clubes.

–¿Se prestarán algunos futbolistas propios?
–Habrá que ver. Hay jugadores que no están teniendo lugar y son tapados por otros. Tras la pretemporada , a la que irán jugadores de la Cuarta y Reserva, se tomará la decisión. Hay 8 ó 9 muy vistos por Darío(Kudelka).

–¿Aldo Araujo será prestado?
–También se decidirá después de la pretemporada.

–Que Pablo Guiñazú pueda seguir, ¿lo tranquiliza?
–Al “Cholo” le tocó vivir una situación familiar compleja, que solamente a los que nos toca tener la familia afuera podemos entenderla. Ha hecho un esfuerzo extraordinario para poder estar todo este tiempo en Talleres, a muchos kilómetros de su familia, en Brasil. Ahora pasará más tiempo con ellos. Nos da una gran alegría, porque es un emblema de este proyecto por su carisma, visión, experiencia y los valores que transmite a este plantel.

–¿Alguna vez Kudelka le dio a entender que no seguiría si se iban varios jugadores?
–La relación con Darío es de permanente diálogo y autocrítica. No es de “si hacés esto me quedo” y “si no hacés esto otro me voy”. Le damos autonomía, autoridad y acompañamiento para que plasme lo mejor para el plantel. Las determinaciones las tomamos en forma conjunta. Darío entró por la puerta de adelante en el club. Acaba de cumplir tres años de trabajo y está por dirigir su partido 100 en Talleres. Le ha dado mucho al club y el club a él. Hemos constituido una sociedad exitosa y extraordinaria. El día que se vaya lo hará por la puerta de adelante, como entró. Estaremos juntos en este proyecto todo el tiempo que él quiera. En 35 años en el fútbol profesional pocas veces tuve la posibilidad de trabajar con un entrenador como él. No son muchas las instituciones en el mundo que logran de un entrenador esa continuidad. Y hemos tenido puntos de vista distintos.