Herrera descarta emigrar hacia otro club. El arquero cambiaría cualquier propuesta por jugar una copa en la “T”. Lo que viene en 2018 para él y el equipo.

Guido Herrera no arrancó bien este año, pero lo terminó como siempre desde que llegó a Talleres: como uno de sus figuras más destacadas. El arquero recibió sólo 24 goles en los últimos 54 partidos y mantuvo su arco en cero durante poco más de cinco juegos seguidos (unos 530 minutos). Y como si con eso no alcanzara, en la despedida del equipo de esta parte de la Superliga, en el triunfo 2-0 contra Colón en Santa Fe, saldó una deuda que tenía: atajar un penal.

De vacaciones en su Río Cuarto natal, Guido charló con Mundo D y fue contundente respecto de las versiones que ya comenzaron a circular respecto de un supuesto interés de River y algún club español. “La idea mía es jugar una copa internacional con Talleres y recién irme cuando haya aprendido todo lo que me falta. No sé lo que puede pasar el día de mañana, pero yo tengo la cabeza puesta en Talleres”, señaló.

–No arrancaste bien el torneo y terminaste en un gran nivel.
–Sí, al principio tuve algunos altibajos, pero es parte del fútbol. Uno entrena siempre para dar el máximo, pero por ahí las cosas no salen como uno desea. Lo importante es no caerse y seguir metiéndole. Cuando un arquero se equivoca genera dudas, pero gracias a Dios recibí la confianza de mis compañeros, fui mejorando y me parece que tuve un muy buen cierre de año contra Colón. Fue uno de esos partidos en los que te salen todas. En realidad el equipo tuvo un gran nivel. Este es un grupo muy unido y no es un verso.

–Y atajaste un penal, algo que no se te venía dando.
—Era una deuda. Salvo en la definición contra Central, que no fue por los puntos, no había atajando uno. Había visto con “el Mono” (Gustavo) Irusta que (Cristian) Guanca los pateaba cruzados.

–¿Kudelka te tocó el amor propio cuando te sacó en el partido de la Copa Argentina contra Gimnasia de Mendoza y lo puso a Caranta?
–Sí, obviamente que a nadie le gusta salir. Me tocó el orgullo e hice un clic. Pero, en serio, yo nunca me sentí titular. Trabajo todos los días para ganarme el puesto y para que el técnico me elija. En el plantel están “Mauri” y Kevin (Humeler) que son dos grandes arqueros. Lo que es Mauricio ya lo sabemos todos, por eso siempre tengo que estar ciento por ciento. Cuando me tocó salir sumé desde afuera. Me enteré ahora de que extendió su contrato hasta junio y me puso muy bien. Nos hemos hecho muy amigos, era mi ídolo. Todavía no caigo de tenerlo día a día a mi lado entrenando. Siempre aprendo algo más de él.

–No es poco haber recibido 24 goles en 54 partidos.
–Sin dudas que es muy lindo, porque el arquero está para evitar los goles. Disfruté de esa racha sin recibir goles, pero más porque le sirvió al equipo en un momento difícil, porque arrancó después de que perdiéramos con Godoy Cruz.

Los pies sobre la tierra

A mediados de año circuló la versión de que Herrera estaba siendo observado por el DT de la selección, Jorge Sampaoli.

–¿Te tomaste en serio alguna vez ese rumor?
–Para nada. Nunca pensé que se pudiera dar ahora y sí como algo más lejano. Recién estoy empezando a jugar en Primera, tengo que perfeccionarme y corregir errores. Lo dejé pasar y lo tomé como un impulso para el futuro. No se me movieron los pies de la tierra.

–¿Cuáles son esos errores?
–Depende de las circunstancias de juego, pero trato de perfeccionarme a partir de los que cometo en cada partido. Si en uno doy un rebote al medio o al costado trato en el otro que el rebote vaya al lateral o al córner. O si salgo mal en una pelota aérea. Con “el Mono” siempre vemos los partidos para detectar los errores y trabajar sobre ellos durante la semana. Hace un trabajo bárbaro

–Se habla de un interés de River y de un club español. ¿Lo cambiarías por jugar una copa internacional con la “T”?
–Sí, obviamente. La idea mía es jugar una copa con Talleres y recién irme cuando haya aprendido todo lo que me falta, haberme “curtido” con más partidos en Primera División y experiencia. Yo estoy en un club que me hace crecer y me ha dado mucha confianza, que me está tratando muy bien, que me bancó las veces que las cosas no salieron bien. Me ha permitido armar una carrera y le estoy muy agradecido, por eso pretendo seguir acá. No sé lo que puede pasar el día de mañana, pero yo tengo la cabeza puesta en Talleres. Y no lo digo con el casete puesto, sino porque lo siento así. Tengo contrato hasta 2020.

–¿Viste la final de la Copa Sudamericana de Independiente contra Flamengo? ¿Te imaginaste a Talleres jugándola?
–Sí, obviamente. Es lo más lindo para un jugador poder representar al país en una copa. Ese es nuestro objetivo. Ojalá podamos lograrlo en esta Superliga, para darle una alegría a este grupo y a la gente de Talleres, que siempre nos banca tanto. Sería hermoso.

–¿Cómo harán para que no les cueste tanto superar a equipos que se meten atrás y juegan al límite del reglamento?
–Sí. Sabemos que es algo a corregir. Somos muy autocríticos. Sabemos que ese tipo de partidos nos cuestan y estamos tratando de encontrarle una solución. Pero también este tema es relativo. Estudiantes se nos metió atrás y sin embargo le generamos muchas situaciones de gol y hasta un penal. Uno entiende que los partidos no se ganan por merecimientos, pero si metiéramos las situaciones que estamos generando por partido, estaríamos hablando de otra cosa. Por ahí somos demasiado fieles a nuestra idea de juego, pero para mí está bien. Lo mejor lo hemos conseguido jugando así. Los partidos que no ganamos fue por no definir bien, por falta de concentración o de intensidad.