Con el DT de River, próximo rival de la “T”, compartió plantel en el Millonario.

El próximo sábado Talleres jugará contra River, en el Kempes. Será, sin dudas, el partido más relevante que como local deberá afrontar en la Superliga. Y hay un jugador de su plantel, Javier Gandolfi, que conoce el paño millonario como la palma de su mano, porque tuvo dos pasos en ese club, entre 1998 y 2002 y en la temporada 2004/05, en la que compartió plantel junto a Marcelo Gallardo, el exitoso entrenador del equipo.

Mundo D charló con el defensor sobre su afectuosa relación con “el Muñeco” y sobre el partido que se viene contra “el Millo”, pero una entrevista con “Cobija” siempre deriva hacia otros temas. A sus casi 37 años, con la experiencia acumulada en el fútbol nacional e internacional, incluidos sus ocho años en México, tiene definiciones para leer con atención.

Arrancó hablando de Gallardo. “Tuve la suerte de compartir plantel y vestidor con ‘el Muñeco’. Hicimos una gran amistad dentro y fuera de la cancha. Compartimos momentos con nuestras familias. Cuando comenzó a hablarse de la chance de que fuera el DT de River, allegados al club me pidieron una opinión. Les respondí que como jugador tenía una gran personalidad y temperamento, que seguramente también la tendría como técnico. Y así fue. Siempre quería un poco más, quería ganar hasta en las prácticas”, recordó.

–Y respeta al máximo el tradicional estilo de juego de River.
–Sí, seguro. Pero Marcelo no se casa con ningún esquema. Lo demostró cuando tuvo que ir a buscar el resultado en la Copa Libertadores. Venía jugando con línea de cuatro y pasó a una línea de tres. Cambia. No se ata a nada y siempre mira hacia adelante.

–¿Cambiará contra Talleres?
–No creo. Vendrá a buscar los tres puntos. Y este tipo de rivales nos cae bien. Creo que será un partido abierto, pero como Marcelo nosotros también queremos más. Hay que ganarle a River. Tiene un gran equipo y jugadores en gran nivel: “Nacho” Scocco, “Pity” Martínez, Ponzio, Enzo Pérez, pero lo importante es lo que hagamos nosotros. Venimos en ascenso tras ese arranque bueno y malo, contra Lanús y Godoy Cruz. Después recuperamos la esencia de nuestro juego: intensidad, buen trato del balón, actitud. Hoy estamos bien. Ganamos puntos importantes y lo del arco en cero en cuatro partidos hay que rescatarlo. El equipo hace bien el trabajo defensivo y no sólo los del fondo.

–¿Te gustó cómo salió el clásico contra Belgrano?
–Jugar un clásico no es para cualquiera. Se vive con mucha presión. La ciudad te lo hace sentir así. La presión de las redes sociales es tremenda. Faltaban 10 días para jugar contra Patronato y nos preguntaban por Belgrano. A los jugadores más jóvenes les cuesta aislarse de eso. Hoy, con casi 37 años, disfruto los clásicos, pero también los sufrí. Siempre jugué al límite y lo sigo haciendo, pero los años dan la experiencia y la ciencia. Yo he jugado River-Boca. En el segundo tiempo fuimos el Talleres que juega y crea situaciones. Tuvimos un penal claro que no se cobró... hubo cosas positivas y negativas, pero sumamos y seguimos creciendo.

–Mencionaste las redes sociales. ¿Sos afecto a ellas?
–Para nada. No entiendo nada de eso. A los más chicos del plantel les digo que es lindo ver y leer cuando uno le va bien en un partido, pero que deben prepararse para que los “maten” cuando les vaya mal. Lo mejor es no salirse del eje, no desviarse. Es difícil, porque si no están conectados sienten que no existen, fuera de moda. Mi hijo Santiago tiene 12 años y tiene la Play, el Ipad, el celular, qué se yo... ¡Y usa todo al mismo tiempo! No sé como hace. Yo no puedo abrir un Facebook.

–¿Extrañás México?
–Vivíamos muy bien allá, pero mi familia se adaptó a Córdoba. Trato de que mi vida sea día a día. Vivo el presente. Hoy me toca estar acá, seguir jugando y lo disfruto. Mañana, no sé. Hoy en Talleres estoy muy feliz por cómo está el club y cómo me tratan.

–Hoy hay elecciones legislativas. ¿Te interesa la política?
–Me importa la realidad del país, pero entiendo poco de política. Sigo con atención lo de Santiago Maldonado... uno piensa todo lo que ha tenido que pasar esa familia. Siempre digo que al país lo hace cada argentino en el día a día, en su trabajo, mejorando, apuntando a más. Hay que tener visión y vivir el presente. Conformismo y relajación son palabras que no entran mi diccionario.

Gandolfi tuvo dos etapas en River, club en el que debutó como profesional en 1998, con sólo 17 años. En 2003, fue prestado a Talleres, luego jugó una temporada en Arsenal y volvió al “Millo” en 2004 . Ese año logró consolidarse como titular y fue compañero hasta 2005 del actual DT de River, Marcelo Gallardo.